Emmanuel Macron y Vladimir Putin transmitieron un mensaje claro: París y Moscú tienen un vínculo especial. Los dos mandatarios se reunieron este lunes 19 de agosto en Brégançon, la residencia de verano del presidente francés, en un marco más íntimo, a pocos días de la cumbre del G7 en Biarritz.

Putin no participa a la reunión desde que fue excluido del club internacional en 2014 por su decisión de anexar la península ucraniana de Crimea.

Con esta visita, el presidente francés le recordó al mundo que hay expedientes que no se pueden resolver sin incluir a Rusia como interlocutor. Emmanuel Macron había calificado los diálogos con Moscú como “indispensables” para “encontrar un terreno común” con una potencia que ha jugado papeles estelares en varios conflictos internacionales, a pesar de desaprobar la situación de los derechos humanos y la posición inflexible del gobierno ruso ante la oposición interna y las manifestaciones.

Posible cooperación Rusia-UE sobre el acuerdo iraní

Francia necesita sobre todo a Rusia para salvaguardar el acuerdo nuclear firmado en 2015 con Irán, que se ha ido resquebrajando desde la salida de Estados Unidos del pacto.

“Rusia sigue siendo el país con la mayor influencia diplomática en Teherán. Es un intermediario con los países occidentales”
, explica Anastasia Schapochkina, profesora del Instituto de ciencias políticas de París y especialista de las relaciones entre Europa y Rusia.

Macron busca convencer a Putin de disuadir al régimen iraní de romper su parte del trato. Mantener vivo el acuerdo forma parte de los intereses comunes entre lo dos polos de Europa, como lo explica a RFI Francesc Serra, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona.

“La Unión Europea siempre ha tendido a ser mucho más comprensiva hacia Irán que Estados Unidos y aquí sí que convergen las posiciones de Bruselas y de Moscú para una cooperación”, dice el experto.

El mandatario francés, si bien se sitúa en oposición a los líderes nacionalistas emergentes en Europa, como lo son Matteo Salvini o Boris Johnson, aparece hoy como un interlocutor privilegiado para el presidente ruso.

“Los nacionalistas europeos están divididos en cuanto a las relaciones que deben establecer con Moscú y dada la situación pre-Brexit del Reino Unido, Francia ha adquirido un nuevo protagonismo diplomático y ejercerá casi en exclusiva este liderazgo europeo”, resalta Serra. Esto desde que la canciller alemana Angela Merkel sufre de un debilitamiento político en su país.

Cabe recordar también que Francia apoyó a Rusia en junio pasado cuando se planteó su retorno al Consejo de Europa después de 5 años de exclusión de esa organización encargada de defender valores de derechos humanos y democracia en el continente.

Acuerdos de Minsk

Se espera también que Francia obre para hacer avanzar el expediente ucraniano, estancado desde hace varios años y que ha mantenido a Rusia marginalizada por la comunidad internacional. Los Acuerdos de Minsk fueron firmados en 2014 para pacificar la guerra civil en la región ucraniana separatista del Donbass, pero pocas medidas han sido implementadas.

“Sigue habiendo enfrentamientos, muertos y una población civil que sufre las consecuencias”, detalla el especialista de la Universidad Autónoma de Barcelona.

“¿Qué se puede esperar? Francia tiene una fuerte tradición diplomática y buena reputación de ‘peacekeeper’. Por ejemplo, en otro conflicto ruso en 2008, el ex presidente Sarkozy intervino en Georgia con bastante éxito.”

Para Anastasia Schapochkina, del Instituto de Ciencias Políticas, otro factor puede favorecer la reanudación del proceso de Minsk: la llegada al poder en mayo pasado del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. “Conversó en junio con Emmanuel Macron y le dijo que resolver la cuestión del Donbass sería una prioridad.

Rusia, por su parte, quiere restablecer relaciones con Europa para ser reintegrada en grupos internacionales como el G7. Para ello, debe implementar los Acuerdos de Minsk”, explica la experta y recuerda que ha habido acercamientos entre Ucrania y Rusia, así como intercambios de prisioneros.

En este marco, el presidente francés propuso a su homólogo ruso una cumbre sobre Ucrania “en las próximas semanas”.