Un año y medio después del intento de secesión, Cataluña ocupa el centro del debate de las elecciones españolas del domingo: principal arma de la oposición contra el socialista Pedro Sánchez, también puede ser clave en la futura gobernabilidad del país.

En diez meses de gobierno del partido socialista PSOE, los partidos independentistas catalanes adquirieron un papel determinante en la política nacional.

Ellos apoyaron la exitosa moción de censura de Sánchez al conservador Mariano Rajoy pero también precipitaron las elecciones anticipadas del domingo al rechazar los presupuestos socialistas, insatisfechos con los avances del diálogo emprendido por el nuevo gobierno español.

Su protagonismo se ha mantenido en campaña, con los tres partidos de derecha utilizando constantemente esa incipiente negociación como arma contra el líder socialista, favorito en los sondeos.

“Cataluña es el centro de la elección, sobre todo en la derecha”, afirma José Ignacio Torreblanca, director en Madrid del centro de reflexión European Council on Foreign Relations.

“Cataluña nunca ha determinado campañas. Es la primera vez que realmente ha determinado por completo el debate de la campaña electoral”, coincide Antonio Barroso, analista de Teneo Intelligence.

Gabriel Bouys / Javier Soriano / Agencia France-Presse
Gabriel Bouys / Javier Soriano / Agencia France-Presse

“La debilidad más importante” del PSOE

Los debates electorales del lunes y el martes fueron un fiel reflejo: “usted está rehén de los que quieren romper España”, es “un peligro público”, le lanzó a Sánchez su principal opositor Pablo Casado, del Partido Popular.

Lo secundó Albert Rivera, de Ciudadanos (centroderecha), acusándolo de gobernar “para los que quieren liquidar España”.

Y en paralelo, en una plaza de toros abarrotada en las afueras de Madrid, el líder del ultraderechista Vox, Santiago Abascal, reivindicaba su “movimiento patriótico y cultural en defensa de España frente a los separatistas”.

La irrupción de este partido en las elecciones regionales en Andalucía de diciembre con un discurso muy hostil al separatismo y de defensa de la identidad española trasladó la campaña de la derecha a la cuestión territorial.

“La debilidad más importante que tiene el PSOE es el tema territorial que, después de todo, ha sido lo que ha llevado a nuevas elecciones”, reflexiona Barroso.

Ante los ataques constantes de la derecha, Sánchez repite que no negociará un referéndum de autodeterminación en Cataluña –“no es no”, insistió nuevamente el martes– y trata de desviar la atención al ascenso de la ultraderecha.

“El único partido que puede ganar a las tres derechas (…) es el partido socialista”, aseguró también en el debate.

Ibuprofeno contra 155

Frente a su ‘política ibuprofeno’ en Cataluña, como la bautizó su ministro de Exteriores Josep Borrell, la derecha apuesta por aplicar nuevamente el artículo 155 de la Constitución, utilizado en octubre de 2017 para suspender el autogobierno regional.

“La mayor diferencia entre izquierda y derecha hoy en España es el grado de excitación respecto a la cuestión nacional”, afirma Joan Botella, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona.

“La derecha está súper excitada mientras la izquierda apuesta por la tranquilidad”, añade.

En esta región, los votantes parecen decantarse por la segunda opción.

Los sondeos apuntan a una victoria de los socialistas o del partido independentista más moderado, Izquierda Republicana (ERC), que podría asegurar la mayoría de Sánchez.

El líder de ERC Oriol Junqueras, en prisión preventiva mientras es juzgado por rebelión en el Tribunal Supremo por el intento de secesión de 2017, ya insinuó su futuro respaldo a los socialistas.

“No aplicaremos ninguna línea roja”, dijo el viernes Junqueras en una rueda de prensa desde la cárcel, comprometiéndose a impedir un tripartito de derechas que las encuestas descartan por ahora.

Pero el apoyo independentista se ha mostrado hasta ahora volátil y desgastante para los socialistas.

Y en caso de una sentencia de largas penas de prisión contra los independentistas enjuiciados en el Supremo, podría cobrar fuerza nuevamente la estrategia rupturista que preconiza desde Bélgica el expresidente Carles Puigdemont.

“El PSOE ha entendido que llevar de la mano a los independentistas catalanes es un regalo para las derechas y, si puede ahorrárselos, lo hará”, pronostica Botella.

José Jordan/ Agencia France-Presse
José Jordan/ Agencia France-Presse