El cardenal francés Philippe Barbarin anunció el jueves que iba a presentar su dimisión al papa en “unos días”, tras haber sido condenado a seis meses de cárcel con suspensión de pena por no haber denunciado a un cura pederasta de su diócesis.

“He decidido ir a ver al Santo Padre para presentarle mi dimisión. Me recibirá dentro de unos días”, indicó ante la prensa el arzobispo de Lyon (este) tras haber “tomado nota de la decisión del tribunal”. “Independientemente de mi futuro personal, quiero reiterar toda mi compasión hacia las víctimas”, añadió.

Barbarin, de 68 años, fue llevado ante la justicia por un grupo de víctimas por no haber denunciado los abusos cometidos por el padre Bernard Preynat en la década de 1980 y 1990.

Fue juzgado junto a otros cinco exmiembros de su diócesis en momentos en que la Iglesia Católica es sacudida por escándalos de pederastia que han estallado en Estados Unidos, Europa, Chile o Australia y la han sumido en una crisis histórica de credibilidad.

Los cinco coacusados fueron declarados inocentes, ya sea porque los presuntos delitos prescribieron o porque no pudieron ser comprobados.

Barbarin se enfrentaba a una pena máxima de tres años de prisión y a una multa de hasta 45.000 euros (54.000 dólares).