Richard y Sally Challen, eran un matrimonio aparentemente normal de Sussex, Inglaterra. Sin embargo, al interior de su hogar, las peleas eran cada vez más frecuentes por los constantes amoríos del hombre.

Una mañana, Sally salió a buscar a su esposo, después de haberlo dejado. Llevaba con ella un martillo. Llegó a la casa de Richard, para constatar una nueva relación de este con otra mujer. Entonces vino el momento de furia de la esposa engañada. Lo mató a golpes.

Cuando había asesinado a su esposo, condujo de nuevo a casa para llevar a su hijo al trabajo. Así lo hizo y este no notó nada extraño en ella. Horas después, Sally estaba al borde de un acantilado, lista para saltar y terminar con su vida. Antes había llamado a los servicios de asistencia contra el suicidio y a su prima. Dos horas después fue convencida de no hacerlo. Su futuro estaba en prisión.

La justicia británica la condenó a cadena perpetua por el asesinato de su esposo Richard Challen. La historia ha sido consignada en todas sus etapas por periódicos como The Guardian. Ha pasado casi una década, pero sus hijos, pese a lo ocurrido, están reuniendo todo lo necesario para comprobar que su madre actuó sugestionada por los años de maltrato psicológico recibidos.

Infobae
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Se amparan en una ley aprobada en 2015 que reconoce la manipulación psicológica o control coercitivo o represivo como una forma de abuso doméstico. Con ese cuerpo legal pretenden demostrar que la mujer perdió el control por años y años de abusos, de los cuales sus hijos fueron testigos.

David Challen, ahora de 31 años, sostiene que su madre tuvo que soportar, además de incontables infidelidades, otros abusos psicológicos.

The Guardian
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“Había abuso financiero, manipulación psicológica, control de su libertad de movimiento, simplemente un control sobre cada faceta de su mente… Era casi como si fuera un robot y él daba las ordenes de lo que tenía que hacer”, según lo declarado por su hijo y replicado por medios como Infobae.

La abogada de los Challen ya está trabajando en un documento en el que pretende incluir todas las pruebas posibles, respaldando lo dicho por los hijos de Sally y sobre todo, amparándose en la ley que les da la oportunidad de librarla de la prisión perpetua.

“Estamos argumentando, por primera vez, que el marco para entender el abuso doméstico por comportamiento coercitivo y de control que se convirtió en ley en 2015 proporciona una manera de entender las acciones de Sally que respaldarían una defensa a la provocación”, declaró Harriet Wistrich, quien ademas de ser abogada es miembro de la organización feminista Justicia para Mujeres.

The Guardian
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Los principales interesados en cambiar los atenuantes contra su madre, están seguros que todo lo vivido con el padre de estos, la llevó al descontrol y a asesinarlo.

“Mi padre criticaba su peso…y eso fue algo que mi hermano y yo presenciamos y escuchamos todo el tiempo y también frente a amigos. Eso no está bien”.

Al momento de cuestionar las infidelidades que sufría de parte de su esposo, la mujer recibía respuestas hirientes. “Sally, estas locas”. En pocas palabras, Richard no quería que Sally tuviera independencia. “Era un controlador total”, dijo David, al referirse de esta forma a lo que vivieron sus padres antes del trágico desenlace.

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