Italia convocó al embajador de Francia en Roma y amenaza con anular una reunión entre el presidente francés y el jefe del gobierno italiano si París no se disculpa por sus declaraciones sobre el “Aquarius”, el barco que rescató 629 migrantes que serán acogidos por España

El ministro de Interior italiano y presidente de la Liga (extrema derecha), Matteo Salvini, exigió que Francia se disculpe de forma “oficial” y de no hacerlo estimó útil cancelar la reunión prevista el viernes entre el presidente francés Emmanuel Macron y el jefe de gobierno italiano Giuseppe Conte.

“Si no llegan las disculpas oficiales, el primer ministro Conte haría bien en no ir a Francia” para esta cumbre prevista el viernes, declaró Salvini tras defender la misma línea poco antes en el Senado italiano.

Poco después, el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, canceló su reunión de este miércoles en París con su homólogo francés Bruno Le Maire.

En tanto, en la cancillería italiana, el ministro Enzo Moavero Milanesi recibía a la número dos de la embajada de Francia en Roma, Claire Anne Raulin, adonde había sido convocado el embajador francés.

Esta es la segunda convocación similar, en marzo sucedió lo mismo por un incidente también sobre la crisis migratoria, un tema que envenena regularmente las relaciones entre Francia e Italia.

‘Cinismo’

Enzo Moavero Milanesi, que recibió personalmente a Raulin, subrayó ante ella el carácter “inaceptable” de las declaraciones del martes sobre el rechazo italiano a recibir al buque humanitario “Aquarius” y los 629 migrantes que transportaba.

El martes, Macron criticó el “cinismo” y la “irresponsabilidad” de Roma, mientras que el portavoz de su partido La República en Marcha, Gabriel Attal, declaró que la posición de Italia era “vomitiva”.

Luego de 72 horas de crisis en pleno Meditarráneo, el “Aquarius” puso rumbo el martes por la noche hacia España, que aceptó que atraque en el puerto de Valencia.

El miércoles navegaba junto a dos buques italianos frente a Sicilia. Debe llegar a puerto al final de la semana.

Los migrantes fueron rescatados en las costas libias el sábado y el domingo. El buque estuvo varado frente a Malta durante 72 horas esperando infructuosamente que Italia o Malta dejarán desembarcar los rescatados.

El martes, el presidente del Consejo italiano, Giuseppe Conte, aseguró que “Italia no puede aceptar lecciones hipócritas de países que prefirieron mirar hacia otro lado en materia de inmigración”. Reaccionaba entonces a las declaraciones de Macron.

Según el canciller Moavero esas declaraciones “comprometen las relaciones entre Italia y Francia”.

‘Gracias Sánchez’

Ante el Senado, Salvini dijo el miércoles que Francia debe pasar “de las palabras a los actos”, y recordó que Francia se comprometió a recibir más de 9.000 migrantes llegados los últimos años a Italia pero sólo acogió a 640.

Salvini agradeció al mismo tiempo a los “amigos españoles” y recordó las cifras: Italia acoge a “170.000 solicitantes de asilo mientras que en España son unos 16.000.”

“16.000… 170.000… Agradezco de corazón al presidente (del gobierno español Pedro) Sánchez que dice que tiene un margen importante para ejercer su generosidad y su acogida, también en las próximas semanas”, dijo.

Por su parte, el ministerio francés de Relaciones Exteriores publicó un comunicado diciendo que Francia está “comprometida con el diálogo y la cooperación” con Italia en la gestión de la crisis migratoria.

“Somos perfectamente conscientes de la carga que la presión de la migración está ejerciendo sobre Italia y los esfuerzos que está realizando este país”, dijo el portavoz del ministerio francés vocero en una declaración escrita.

El tono entre los dos países contrasta con sus esfuerzos para mantener una relación fuerte unos días antes de una crucial cumbre sobre el futuro de la Unión Europea.

Esta no es la primera vez que los dos países se enfrentan en el terreno de la inmigración.

El 30 de marzo el embajador francés en Roma, Christian Masset, fue convocado por el ministerio de Relaciones Exteriores luego de un control aduanero francés en territorio italiano, en la estación Bardonecchia, estimado “inadmisible” por las autoridades italianas.

Italia acusa regularmente a sus socios europeos, empezando por Francia, de dejar al país gestionar sólo la crisis migratoria y los 700.000 migrantes que desembarcaron en sus costas desde 2013.

“Francia rechaza todos los días a los migrantes en Ventimiglia”, en la frontera franco-italiana, escribió en Facebook el viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio, líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

A pesar de la firmeza de Salvini con el “Aquarius”, las llegadas a Italia no se detienen.

El miércoles un buque italiano con más de 900 migrantes llegó al puerto de Catania, en Sicilia.