El Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema) y la Liga (extrema derecha) publicaron el viernes un “contrato de gobierno” común para Italia que no prevé una salida unilateral del euro pero sí da claramente la espalda a la austeridad.

Este contrato, que es muy derechista en temas sobre la inmigración o la seguridad, pretende dar luz la semana próxima al primer ejecutivo antisistema en un país fundador de la Unión europea. Aún queda por determinar quién será su jefe.

El programa de 58 páginas, que contiene 30 puntos, es sometido desde el viernes por la mañana y hasta las 20:00 locales (15:00 de Chile) a voto por internet de los militantes del M5S, movimiento que aboga por la democracia participativa desde su lanzamiento, en 2009, por el cómico Beppe Grillo.

“Hoy queda finalmente definido en todos sus componentes el ‘contrato para el gobierno del cambio’ (…). Al final hemos conseguido lo que habíamos anunciado en la campaña electoral”, escribió en Facebook el jefe de filas del M5S, Luigi Di Maio.

“Días y noches de trabajo (…). Se acabaron las mentiras de los diarios y las teles, he aquí la realidad: ¿les gusta?” preguntó en Twitter Matteo Salvini, jefe de la Liga. Este movimiento anunció por su lado que iba a someter el texto a votación de sus militantes, el sábado y el domingo en toda Italia.

Una vez aprobado, este “contrato” será sometido el lunes al presidente de la República, Sergio Mattarella.

Misterio sobre el jefe de gobierno

Persiste sin embargo el misterio sobre en quién recaerá la jefatura de gobierno, y qué perfil tendrá. Un cosa es cierta: “no seré ni yo, ni Di Maio (…). Estamos buscando una síntesis”, aseguró Salvini, de 45 años.

“Estoy muy confiado, hemos creado la base del gobierno y el nombre del primer ministro no será un problema”, afirmó por su lado Di Maio, el jueves por la noche.

De forma general, el “contrato de gobierno” da claramente la espalda a la austeridad y apuesta por una política de crecimiento para reducir la colosal deuda pública del país.

“La acción del gobierno apunta a la reducción de la deuda pública no mediante recetas basadas en impuestos y la austeridad, políticas que no han logrado sus objetivos, sino más bien a través del aumento del PIB basado en la reactivación de la demanda interna”, explica el texto.

No habla explícitamente de una salida del euro pero entiende “revisar, con los socios europeos, el marco de la gobernanza económica”
, incluyendo la moneda única, para “volver a la situación de los orígenes cuando los Estados europeos estaban impulsados por una sincera intención de paz, de fraternidad, de cooperación y de solidaridad”.

Ello inquieta a los socios europeos, que han recordado regularmente a Italia que deben respetarse las reglas europeas.

“Veo que hay mucha preocupación a nivel europeo o internacional, pero se trata únicamente de la voluntad popular” respondió Di Maio, mientras uno de los líderes del M5S afirmó que hay que escuchar “lo que se dice en los bares (…) y no en los consejos de administración”.

Las promesas estrella

En el país más viejo del mundo después de Japón, los dos partidos prevén asimismo bajar la edad de la jubilación, que iba a pasar a 67 años en 2019. Ahora se puede dejar de trabajar cuando la edad y los años cotizados suman 100.

Las dos promesas estrella de los partidos siguen ahí, aunque no se precisa ningún calendario: una reforma fiscal “valiente y revolucionaria”, con los impuestos a particulares y empresas rebajados drásticamente para la Liga, y la instauración de un “ingreso de ciudadanía” de 780 euros mensuales para el M5S.

El texto alude también al abandono de las sanciones contra Rusia, el desarrollo del referéndum de iniciativa, la instauración de un salario mínimo, la anulación de la venta de Alitalia o la prohibición de masones en el gobierno.

En total, estas medidas podrían costar al menos 100.000 millones de euros, según varios expertos, que ignoran cómo pueden ser financiados.