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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La Casa Blanca confirmó que el buque petrolero venezolano incautado por Estados Unidos será llevado a un puerto estadounidense y su crudo será confiscado, según la secretaria de prensa Karoline Leavitt. El barco, llamado Skipper, fue interceptado por presuntos vínculos con contrabando de petróleo iraní, aunque transportaba crudo venezolano. La operación, con un gran despliegue armado, fue condenada por Venezuela como un asalto. Este hecho intensifica la tensión entre ambos países, con Estados Unidos justificando su presencia en el Caribe para combatir el narcotráfico atribuido a Maduro.

La Casa Blanca confirmó este jueves que el buque petrolero venezolano, incautado por Estados Unidos frente al país latinoamericano, será llevado hasta un puerto norteamericano y el crudo será incautado.

La situación fue confirmada por la secretaria de prensa de la administración de Donald Trump, Karoline Leavitt.

“El buque irá a un puerto estadounidense y Estados Unidos sí tiene la intención de incautar el petróleo. Sin embargo, existe un proceso legal para la incautación de ese petróleo, y ese proceso legal será seguido”, sostuvo.

Tras aquello señaló: “buques sancionados navegan los mares con petróleo del mercado negro, cuyos ingresos alimentarán el narcoterrorismo de regímenes rebeldes e ilegítimos alrededor del mundo”.

El miércoles, luego de conocerse la noticia, Trump declaró no tener mayores objetivos con el petroleo del navío.

“Lo guardaremos, supongo”, repasó, de forma muy escueta.

El petrolero, de nombre Skipper y que navegaba con falsa bandera, fue incautado el miércoles por orden de un juez estadounidense por sus vínculos previos con el contrabando de petróleo iraní, sancionado por Washington, aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano, según The New York Times.

El buque fue interceptado en un gran operativo, con efectivos estadounidenses fuertemente armados abordando la embarcación desde helicópteros y lanchas rápidas, que fue condenado por el Gobierno venezolano, que lo califica de asalto y robo.

Este episodio aumenta la tensión entre ambos países tras meses de despliegue militar estadounidense en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico del que Washington responsabiliza a Maduro, algo que este niega.

Cuestionada sobre si el objetivo de la campaña de presión de la Administración de Donald Trump sobre el Gobierno de Nicolás Maduro es para combatir el narcotráfico o para obtener petróleo, Leavitt dijo que el Gobierno estadounidense está “enfocado en hacer muchas cosas” en la región.

Apuntó que detener el flujo de drogas y hacer cumplir la política de sanciones son “dos cosas muy importantes” para la Administración.