La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, urgió este miércoles al Congreso estadounidense a hacer algo ante la violencia armada en el país, al reconocer que la capacidad de la Casa Blanca para contenerla es limitada y que no habrá una solución “duradera” si no se aprueban leyes al respecto.

En una entrevista con la cadena televisiva CBS News, Harris expresó su frustración por la falta de acción en la última década para prevenir los tiroteos masivos que ocurren regularmente en Estados Unidos, y que en solo una semana han dejado 18 muertos en Atlanta (Georgia) y Boulder (Colorado).

“No hay ninguna razón por la que tenemos que tener armas de asalto en las calles de una sociedad civilizada. Son armas de guerra (….). Estas masacres deben parar”, dijo Harris.

Tras el tiroteo que el lunes dejó diez muertos en un supermercado de Boulder y los que mataron a ocho personas la semana pasada en Atlanta, la Casa Blanca ha reactivado el debate sobre el control de armas, uno de los más estériles de la política estadounidense.

El presidente Joe Biden pidió este martes prohibir las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad, además de aprobar dos proyectos de ley que “cerrarían los vacíos legales en el sistema de verificación de antecedentes” de los compradores de armas.

Sin embargo, es muy improbable que alguna de esas medidas reúna los 60 votos necesarios para salir adelante en el Senado, donde la estrechísima mayoría demócrata debería convencer a diez republicanos de sumarse a ellos.

Preguntada al respecto, Harris insistió en que sigue confiando en que el Congreso acabe por actuar, y que los republicanos dejen de lado sus advertencias “falsas”, porque nadie está hablando de “deshacerse de la Segunda Enmienda” de la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas.

“Solo estamos diciendo que necesitamos leyes razonables de seguridad en el uso de las armas”, recalcó.

Por eso, aunque Biden no descarta recurrir a su poder ejecutivo para impulsar un mayor control de armas, Harris aseguró que “primero hay que esperar a que el Congreso actúe”.

“Si realmente queremos algo que sea duradero, tenemos que aprobar legislación”, admitió Harris, dado que el poder del presidente para cambiar unilateralmente el sistema es limitado.

“No estoy dispuesta a rendirme, vamos a hacer lo que tenemos que hacer para apelar a los corazones y mentes y el razonamiento de los miembros del Senado”, subrayó.

Aunque los tiroteos masivos han disminuido en Estados Unidos desde que comenzó la pandemia, ese tipo de sucesos han dejado más muertos en la última década que en las anteriores, debido en parte al uso de armas de asalto con cargadores de gran capacidad, según un análisis del Washington Post.