Las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre se definirán en un puñado de estados, que el demócrata Joe Biden debe conquistar para arrebatarle la Casa Blanca al presidente republicano Donald Trump.

De los estados clave que se perfilan este año -Florida, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona- todos votaron por Trump en 2016.

En señal de lo decisivos que son, Trump viaja a dos de ellos, Florida y Carolina del Norte, este martes.

A ocho semanas de los comicios, el exvicepresidente Biden lidera la carrera por un promedio de 3,2 puntos porcentuales, según un conglomerado de encuestas elaborado por el sitio de noticias y sondeos políticos RealClearPolitics (RCP).

Aquí va un vistazo a los seis principales estados llamados “pendulares”, detallados por la Agence France-Presse, pero antes te explicamos cómo funcionan las elecciones en los Estados Unidos.

Los grandes electores

Este 3 de noviembre, Los votantes acudirán a las cámaras de votación y al momento de escoger por Donald Trump o Joe Biden, no lo harán directamente por ellos, sino por “grandes electores” reunidos en el Colegio Electoral, quienes representan a cada candidato.

Cada estado tiene una cantidad determinada de miembros del Colegio electoral, definidos según su cantidad de habitantes, y en la mayoría de los estados el candidato que obtiene más votos se queda con la totalidad de los grandes electores, salvo Maine y Nebraska, donde se reparten de forma proporcional.

De esta forma, se producen dos grandes efectos: el primero es que no necesariamente el candidato que tiene más votos ‘ciudadanos’ es elegido presidente, tal como pasó en 2000, cuando Al Gore consiguió más sufragios, pero George W. Bush logró más votos electorales y se convirtió en presidente. Lo mismo causó la derrota de Hillary Clinton, en 2016.

El segundo efecto es que los “estados indecisos” cobran vital importancia, como los casos que presentaremos a continuación, donde los candidatos concentran sus campañas.

En total, hay 538 grandes electores, por lo que el candidato que obtiene al menos 270 votos del Colegio Electoral se convierte en el nuevo presidente de Estados Unidos.

Pensilvania

El estado natal de Biden, que otorga 20 grandes electores, está marcado por el declive industrial.

Trump, que se impuso por la mínima en este estado hace cuatro años, espera mantener el apoyo de la población rural blanca, mientras que se espera que las grandes ciudades votarán fuertemente por Biden, que ha invertido generosos recursos publicitarios en la zona.

Los voluntarios del mandatario recorren como un enjambre el estado, sobre todo en los suburbios, que serán críticos.

Biden lidera por 3,9 puntos porcentuales, según RCP.

Florida

Donald Trump viajó el martes al “Sunshine State” (29 grandes electores), y la compañera de fórmula de Joe Biden, Kamala Harris, lo hará el jueves.

La mayoría de los expertos dicen que Florida es un cortafuegos Trump: si se rompiera, el presidente probablemente pierda su reelección.

Los republicanos están montando una feroz defensa en Florida, donde vive una importante comunidad de origen cubana así como numerosos jubilados, ambos inclinados al voto conservador.

Los demócratas acusan a sus rivales de suprimir el acceso al voto, particularmente en las comunidades de gente de color.

La enorme población latina del estado será clave, y las encuestas muestran que está menos alineada con el lado demócrata que en 2016.

Biden lidera por 1,8 puntos porcentuales, según RCP.

Michigan

Este estado históricamente demócrata se inclinó muy levemente por Trump en 2016 y le otorgó sus 16 grandes electores. Este año es un territorio disputado con fuerza.

Trump ha visitado Michigan pregonando el regreso de la preeminencia industrial de Estados Unidos, pero sus votantes están preocupados por el impacto económico de la pandemia y la respuesta que ha dado el presidente.

El mandatario espera atraer a los conservadores enfurecidos por las normas de confinamiento de la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer.

Los demócratas cuentan con los votos de los blancos en los suburbios, la comunidad negra y los obreros sindicalizados.

Biden lidera por 2,6 puntos porcentuales, según RCP.

Wisconsin

La demócrata Hillary Clinton optó en 2016 por no hacer campaña en la tierra estadounidense de los lácteos y sus diez grandes electores, y fue castigada por los votantes.

Este año los demócratas se centraron en destacar Wisconsin, haciéndolo sede de su convención nacional el mes pasado, aunque la reunión finalmente se llevó a cabo en línea por la pandemia.

La semana pasada, Trump y Biden visitaron Kenosha, una ciudad golpeada por duras protestas contra el racismo y la violencia policial.

Biden lidera por 5 puntos porcentuales.

Carolina del Norte

Este estado del sureste, que ya comenzó a enviar sus boletas electorales por correo, recibe también este martes a Trump, quien cuenta con la población blanca, rural y mayor, así como la comunidad evangélica, clave en su triunfo de 2016.

Biden debe recibir los votos del electorado negro y de los jóvenes urbanos para ganar los 15 grandes electores del estado.

Carolina del Norte, tradicionalmente conservador, favoreció a Trump por tres puntos porcentuales hace cuatro años, pero las encuestas muestran en esta oportunidad una batalla demasiado reñida: una magra ventaja de 0,6 puntos porcentuales para Biden, según el promedio de RCP.

Arizona

Arizona, con 11 grandes electores, ha sido un bastión republicano durante décadas, pero su electorado está cambiando con una creciente comunidad latina y una afluencia de californianos más liberales.

Los votantes conservadores aprecian los esfuerzos de Trump para restringir la inmigración ilegal y construir un muro en la frontera con México.

Pero Trump ha perjudicado sus posibilidades en esta zona sureña al denigrar repetidamente al difunto senador John McCain, quien representó a Arizona durante décadas en Washington y cuyo legado aún permanece en la política estatal.

Biden lidera por 5 puntos porcentuales, según el promedio de RCP.