El presidente estadounidense, Donald Trump, arremetió el jueves contra el “débil” Joe Biden, su rival demócrata en la carrera por la reelección, al aceptar la nominación republicana en un país en carne viva por la covid-19 y las tensiones raciales.

Trump volvió a combinar patriotismo y retórica antisocialista para trazar un apocalipsis si Biden, una “marioneta” de la “izquierda radical”, llega al poder el 3 de noviembre.

“Esta elección decidirá si salvamos el sueño americano, o si permitimos que una agenda socialista demuela nuestro precioso destino”, dijo el mandatario, flanqueado por banderas estadounidenses en un imponente estrado montado en los jardines de la Casa Blanca.

“Biden es débil”, dijo sobre el exvicepresidente de Barack Obama. “No es el salvador del alma de Estados Unidos (…) y si se le da la oportunidad, será el destructor de la grandeza estadounidense”, afirmó.

La segunda nominación del magnate republicano, de 74 años, llega en medio de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes, con unos 180.000 muertos por convid-19, 10,2% de desempleo, y masivas manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial.

Pero, rezagado en las encuestas, Trump se presentó como el único líder capaz de velar por los estadounidenses.

“Nadie estará a salvo en el Estados Unidos de Biden”, aseveró.

Y prometió “aplastar” el coronavirus con una vacuna antes de fin de año.

“Produciremos una vacuna antes de que finalice el año, ¡o tal vez incluso antes!”, dijo. “Derrotaremos el virus, acabaremos con la pandemia y saldremos más fuertes que nunca”.

Un 58,2% de los estadounidenses no aprueban el manejo que Trump ha hecho de la pandemia, según el sitio web FiveThirtyEight.com.

La covid-19 estuvo casi totalmente ausente de la convención excepto por las palabras de compasión de la primera dama, Melania, quien reconoció el martes el impacto del “enemigo invisible” y el dolor y angustia que ha generado.

La otra voz que habló de la preocupación del presidente por la covid-19 fue su hija mayor y asesora, Ivanka, quien el jueves presentó a su padre en un apologético discurso en el que pidió “cuatro años más”.

“Optimismo ilimitado”

“Con un corazón lleno de gratitud y optimismo ilimitado” por su postulación, Trump cerró con fanfarria una Convención Nacional Republicana celebrada en gran parte en formato virtual, pero que nunca dejó de ser un espectáculo sobre Trump.

Fuegos artificiales y las estrofas del Ave María pusieron fin a la velada después de que, durante cuatro días, un desfile de acólitos elogió a Trump como un virtuoso económico, defensor de la vida y de Dios, y firme en la aplicación de la ley.

Pero mientras el presidente era aplaudido y vitoreado en un fastuoso ambiente de gala, sin distanciamiento social ni tapabocas, se podían escuchar las vuvuzelas de manifestantes del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), reunidos frente a la Casa Blanca para expresar su cólera y exigir la salida de Trump.

Trump hizo una entrada triunfal, radiante junto a la primera dama vestida de verde flúo, ante más de mil invitados que lo esperaban frente a un estrado con dos pantallas con un brillante “¡Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande!”.

El escenario, que generó críticas por desdibujar las líneas tradicionalmente respetadas entre las funciones del presidente y los actos del candidato, contrastaba con las protestas que han sacudido varias ciudades estadounidenses estos días.

Salpicadas por actos de violencia, las manifestaciones tienen en vilo a Kenosha, una pequeña ciudad en Wisconsin, donde el domingo un policía blanco le disparó por la espalda a un joven negro, Jacob Blake. Y el miércoles, un adolescente blanco, supuestamente partidario de Trump, fue detenido sospechoso de matar a dos personas y herir gravemente a una tercera durante enfrentamientos la noche del martes.

“Señor presidente, ¡haga que estemos seguros de nuevo!”, urgió el exalcalde de Nueva York y asesor de Trump, Rudy Giuliani, en un encendido discurso.

“Recuerden”, replica Biden

Biden respondió en Twitter a las críticas de Trump. “Recuerden: todos los ejemplos de violencia que denuncia Donald Trump han sucedido durante su mandato. Bajo su liderazgo. Durante su presidencia”, dijo.

El candidato demócrata denunció más temprano lo que considera una explotación cínica de sucesos trágicos por parte del presidente.

“En lugar de buscar calmar las aguas, agrega leña al fuego. La violencia no es un problema para él, es una estrategia política”, dijo en una declaración. “Y cuanto más, mejor para él”.

Su compañera de fórmula, Kamala Harris, deploró que el presidente no haya cumplido con su deber de proteger a los estadounidenses.

Aseguró que “siempre defenderá” a los manifestantes pacíficos, pero no a “los que saquean y cometen actos de violencia”. También advirtió contra hacer justicia por mano propia, una alusión velada al adolescente arrestado.