Este martes, China anunció que impondría sanciones contra la importante empresa armamentística estadounidense Lockheed Martin, en respuesta a la decisión del gobierno de Donald Trump de continuar con su venta de armas a Taiwan, territorio sobre el cual Pekín alega soberanía.

Según constató The Washington Post, la administración de Xi Jinping no especificó la naturaleza de estas sanciones, dejando dudas debido a la poca participación que la empresa estadounidense tiene en el gigante asiático. Según Bloomberg, Lockheed Martin genera el 9,7% de sus ingresos en la región del Asia Pacífico, la mayor parte de este porcentaje proviniendo de los aliados de EEUU, como Japón, Corea del Sur y Singapur.

La noticia llega además luego que China anunciara represalias contra tres congresistas estadounidenses y un alto diplomático del Departamento de Estado en respuesta a las sanciones de Washington por la represión de la minoría uigur en Xinjiang.

Fue el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China quien, este martes, acotó junto al anuncio que “China se opone firmemente a la venta de armas estadounidenses a Taiwan”, instando al país norteamericano a apegarse a la unificación de China, deteniendo la venta de armamento a la isla y cortando los lazos militares con ésta.

Todo esto, a fin de reducir las tensiones en las relaciones entre ambos países, y lograr la “paz y estabilidad a través del estrecho de Taiwan”.

De acuerdo con el medio nortamericano, el Departamento de Estado aprobó la semana pasada un trato por $620 millones de dólares para que Taiwan pueda restaurar su dotación de misiles superficie-aire y extender su vida útil hasta 30 años.

Lockheed Martin no se ha referido al anuncio, pero en su sitio web destaca que han provisto armamento a Taiwán por los últimos 30 años.