Estados Unidos anunció el lunes que no recibirá ni permitirá permanecer en el país a estudiantes extranjeros cuyas clases sean completamente en formato virtual el próximo año escolar para evitar contagios del nuevo coronavirus.

El gobierno de Donald Trump “no otorgará visas a los estudiantes matriculados en escuelas y/o programas que sean completamente por internet durante el semestre de otoño (boreal) y los guardias fronterizos no les permitirán ingresar al país”, dijo el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés).

Los estudiantes que ya se encuentran en Estados Unidos, “deben abandonar el país o tomar otras medidas, como inscribirse en una escuela con cursos presenciales para mantener su estatus legal”. Si no lo hacen, se arriesgan a ser sometidos a un proceso de expulsión, señaló el ICE en un comunicado.

Cuando los establecimientos opten por un modelo “híbrido”, deberán certificar que sus estudiantes extranjeros están matriculados lo más posible en cursos presenciales para mantener sus derechos de residencia. Estas excepciones no serán autorizadas para estudios de inglés o capacitación profesional.

Esta sería la alternativa que están explorando las casas de estudios, según informó el New York Times, adelantando que se permitiría el ingreso a un grupo limitado de estudiantes a la vez.

Este es el caso de prestigiosas universidades como Harvard, Yale o Stanford, las cuales están explorando modelos según los años, cursos y clases que estén cursando los estudiantes.

“Crueldad”

“La crueldad de la Casa Blanca no tiene límites”, criticó de inmediato el senador Bernie Sanders, exaspirante a la nominación demócrata para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

“Los estudiantes extranjeros se ven obligados a elegir entre arriesgar sus vidas en las aulas o ser expulsados”, dijo.

“Lo peor es la incertidumbre”, dijo a la Agence France-Presse Gonzalo Fernández, un español de 32 años que estudia un doctorado en economía en la Universidad George Washington. “Estamos aquí sin saber si el próximo semestre tendremos clases presenciales o no, no sabemos si debemos regresar a casa o si terminarán echándonos”, agregó.

La mayoría de las escuelas y universidades estadounidenses aún no han anunciado aún sus planes para el semestre que comienza en septiembre.

“Juicios inevitables”

La medida alcanza a quienes estudien con visas F-1 (para “cursos académicos”) y M-1 (para “formación profesional”).

Unos 1,2 millones de personas tenían esas visas en marzo, una gran mayoría de países asiáticos (China, India, Corea del Sur), pero también de Arabia Saudita y Canadá, según datos oficiales.

Como en el resto del país, las universidades estadounidenses, que tienen en promedio un 5,5% de estudiantes internacionales y dependen en gran medida de sus pagos de matrícula, cerraron sus puertas en marzo y se pasaron a la educación ‘online’ en un intento por frenar el avance de la pandemia.

En ausencia de vacunas, algunas, incluida la Universidad Estatal de California, han anunciado que continuarán con los cursos 100% en formato virtual al comienzo del año escolar, incluso para los estudiantes autorizados a residir en sus instalaciones.

Según Aaron Reichlin-Melnick, del centro de expertos American Immigration Council, se supone que la nueva regla permitirá a los estudiantes continuar sus estudios desde su país, pero esto no es realista, en particular debido a las dificultades para viajar y el retraso tecnológico de algunos países. “Los juicios son inevitables”, anticipó en Twitter.

El presidente Trump, en campaña para su reelección, ha estado presionando para que el país reanude normalmente sus actividades a pesar de que la pandemia no está bajo control.

“¡LAS ESCUELAS DEBEN ABRIR EN EL OTOÑO!, tuiteó el lunes.

Sin embargo, con más de 130.000 muertos y 2,9 millones de casos, Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia y desde hace algunas semanas ha registrado un brote de infecciones en el Sur y el Oeste.

Trump, quien ha hecho de la lucha contra la inmigración el buque insigne de su presidencia, ha tomado medidas de presión contra los extranjeros desde el comienzo de la crisis sanitaria.

En junio, congeló hasta 2021 la emisión de tarjetas verdes, que ofrecen el estatus de residente permanente en Estados Unidos, así como de ciertas visas de trabajo, en particular las que se utilizan en el sector de las nuevas tecnologías, en el objetivo declarado de reservar puestos de trabajo para los estadounidenses.

Un estudio publicado por el Diario de Asociación Médica Estadounidense la cantidad de médicos de países de mayoría musulmana que viajaron a Estados Unidos a seguir sus estudios cayó un 15% durante el gobierno de Trump.