Estados Unidos e Irán procedieron el jueves a un nuevo intercambio de prisioneros a pesar de las tensiones que atraviesan estos dos países enemigos.

Michael White, un exintegrante de la Marina estadounidense detenido en julio de 2018 en Irán, “estará en fecha muy próxima junto a su familia en Estados Unidos”, tuiteó el presidente Donald Trump.

El mandatario estadounidense prometió seguir actuando en favor de “la liberación de todos los estadounidenses mantenidos como rehenes en el exterior”, un tema en el que ha obtenido varios éxitos en los últimos tres años.

El presidente agradeció a Irán por su gesto. “¡Gracias a Irán, muestra que un acuerdo es posible!”, tuiteó, y señaló que había hablado por teléfono con White.

Teherán anunció a su vez que un científico iraní, Majid Taheri, detenido en Estados Unidos por “razones falaces”, fue liberado por Washington “al mismo tiempo” que White.

Taheri se había declarado culpable en diciembre de desvíos financieros y había sido inculpado también por haber enviado un instrumento técnico a Irán violando las sanciones de Washington a la república islámica, pero un juez estadounidense ordenó el jueves su liberación, de acuerdo a documentos judiciales consultados por la AFP.

Mediación suiza

“Contento de que el doctor Majid Taheri y el señor White puedan reunirse rápidamente con sus familias”, tuiteó el jefe de la diplomacia iraní Mohamad Javad Zarif, mientras los funcionarios estadounidenses no mencionaron públicamente la liberación del detenido iraní.

Suiza, que intermedia entre estos dos países que rompieron sus relaciones diplomáticas hace 40 años, confirmó que contribuyó a este “gesto humanitario” recíproco. Trump le agradeció su “formidable ayuda”.

Oficialmente, en cambio, el retorno, el miércoles, de otro científico iraní a Teherán, Cyrus Asgari, liberado por Estados Unidos tras tres años de prisión por espionaje, es solo una coincidencia.

El subsecretario de Seguridad Nacional, Ken Cuccinelli, dijo en Twitter que la liberación del científico iraní “no formó parte de un acuerdo a cambio de Michael White” y agregó que estaban tratando de devolverlo desde diciembre pero que Irán había demorado las cosas “hasta esta semana”.

A mediados de mayo, las autoridades iraníes habían asegurado que pretendían intercambiar “todos los prisioneros” con Washington, tras la última operación de ese tipo, que tuvo lugar en diciembre entre el estadounidense Xiyue Wang, liberado por Teherán, y el iraní Masud Soleimani, liberado por Washington.

Cuccinelli acusó entonces a Teherán de “postergaciones”. “Tenemos once de sus conciudadanos en situación irregular a quienes estamos tratando de enviar a su país”, dijo en Twitter. “¡Envíen el avión!”

Varios irano-estadounidenses, como el empresario Siamak Namazi, su padre Bagher y el ambientalista Morad Tahbaz permanecen detenidos en Irán, y Estados Unidos exige su liberación.

“Comportamiento constructivo”

Aunque destacó el “comportamiento constructivo de Irán” en la liberación de White, el secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo reclamó el mismo gesto para todos los demás detenidos estadounidenses.

Michael White, que sirvió durante 13 años en la Armada de Estados Unidos, había sido arrestado en julio de 2018 en la norteña ciudad de Mashhad tras visitar a una mujer a quien, según trascendió, había conocido por internet.

El año siguiente fue sentenciado a 10 años de prisión acusado de haber insultado al ayatolá Alí Jamenei, el líder supremo de Irán, y realizado comentarios contra el régimen en las redes sociales bajo un seudónimo.

En marzo, mientras Irán se veía duramente afectado por la pandemia de coronavirus, White fue puesto bajo custodia de Suiza. No obstante, no fue autorizado a salir del país.

Según el exgobernador del estado estadounidense de Nuevo México Bill Richardson, que presionó por la liberación de White, este había dado positivo a los exámenes de covid-19.

La madre de White dio cuenta de su alivio.

“Durante los últimos 683 días mi hijo, Michael, permaneció como rehén de los Guardianes de la Revolución”, el ejército ideológico de la República islámica, declaró Johanne White en un comunicado. “Estoy feliz de anunciar que la pesadilla terminó”.

La tensión en las relaciones entre Irán y Estados Unidos aumentó desde que Trump abandonó en 2018 el acuerdo internacional nuclear firmado entre varias grandes potencias y Teherán.

El mandatario republicano consideró al pacto demasiado débil y restableció, e incluso reforzó, las sanciones contra la República Islámica. En contrapartida, Irán comenzó a desmarcarse de las restricciones impuestas a su programa nuclear.

Trump dice que quiere negociar un nuevo acuerdo, pero varias mediaciones han fallado.

La liberación de prisioneros a menudo se ha visto como una forma de calmar las tensiones, que alcanzaron un punto álgido en enero, tras el asesinato por las fuerzas estadounidenses del poderoso general iraní Qassem Soleimani en un ataque en Bagdad.