Estados Unidos registró casi 2.000 muertos por coronavirus en las últimas 24 horas hasta alcanzar los 40.661 fallecidos este domingo, según un balance de la Universidad Johns Hopkins.

El número de fallecidos (1.997) supera el del anterior balance de 24 horas presentado un día antes por la universidad, que registraba 1.891 personas.

Las cifras son preocupantes, en especial porque casi la mitad de los fallecidos pertenecen al estado de Nueva York.

Andrew Cuomo, el gobernador de ese estado que también ostenta casi un tercio de las 740.000 infecciones de todo el país, anunció por primera vez una disminución de los contagios.

“Hemos pasado el peak, y todo indica que en este punto estamos en descenso”, dijo Cuomo durante una conferencia de prensa, pero advirtió que la continuidad de esa tendencia depende de las acciones que se tomen.

Italia, España, Francia y Reino Unido, los más golpeados después de Estados Unidos, también registraron caídas en la tasa de infección, y reportaron además menos muertos por COVID-19.

Según un conteo de la AFP, el Viejo Continente representa casi dos tercios de los 160.000 fallecidos registrados en todo el mundo.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la pandemia está lejos de haber sido atajada, con “cifras constantes o aumentos” en el este de Europa y en Reino Unido.

En África, que superó oficialmente el umbral de los 1.000 muertos, tres cuartos de los cuales se registraron en Argelia, Egipto, Marruecos y Sudáfrica.