Cerca de mil personas están atrapadas en las montañas del Parque nacional Taroko, en el condado de Hualien (sureste de Taiwán), como consecuencia del terremoto de 7,2 grados que sacudió este miércoles la costa este de la isla, informó la agencia estatal de noticias CNA.

Según las estimaciones de las autoridades del parque, al menos 654 personas, entre turistas y empleados, se encontraban en Taroko en el momento del sismo y varios centenares ingresaron al parque posteriormente, elevando la cifra de varados hasta cerca del millar.

Tras establecer un centro de emergencias, el Parque nacional Taroko está contactando a los equipos de montañismo “uno por uno”, aunque todavía no ha determinado el número exacto de personas que ingresaron a la montaña durante el día, señaló la CNA.

El parque permanecerá cerrado hasta el próximo 7 de abril y sus responsables pidieron a los visitantes que eviten las áreas que hayan resultado dañadas por el movimiento telúrico.

El condado de Hualien ha sido el más afectado por el terremoto, el más grave en Taiwán desde 1999: al menos cuatro personas -tres montañistas y un camionero- fallecieron en esta zona, de acuerdo a las últimas cifras oficiales.

El terremoto provocó el colapso de varios tramos de carretera y el bloqueo de la autopista Suhua, así como la cancelación de los trenes con destino Hualien, dificultando el transporte por tierra y la liberación de las personas varadas en la montaña.

El presidente electo y actual vicepresidente de la isla, William Lai (Lai Ching-te), visitará Hualien esta tarde para conocer la magnitud del desastre y el progreso de las labores de rescate, indicó la agencia estatal de noticias.

El sismo, cuya magnitud fue de 7,2 según la Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán y de 7,4 de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, ocurrió a las 07:58 horas del miércoles (21:58 hora de Chile del martes) en el mar, concretamente 25 kilómetros al sureste del condado oriental de Hualien.

Esta zona ha sido la más afectada por el terremoto, tanto en pérdidas de vidas humanas como en daños materiales, puesto que numerosos edificios e infraestructuras han sufrido daños y al menos dos bloques de viviendas quedaron parcialmente colapsados.

La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, pidió a la población que mantenga la calma y extreme las precauciones, puesto que es probable que se produzcan nuevas réplicas de entre 6,5 y 7 grados del terremoto en los próximos días.