Un análisis de posibles anomalías se efectuó en plantas nucleares de Fukushima tras el terremoto de magnitud 7,3 ocurrido la jornada de este miércoles.

El operador de las centrales nucleares de Fukushima I y II, informó este miércoles de que el terremoto de magnitud 7,3 registrado en la zona causó la activación de una alarma de incendios en uno de sus edificios y la interrupción de un sistema de refrigeración de combustible usado, problemas que ya se resolvieron.

La alarma de incendios se activó tras el temblor en el edificio del reactor 5 de la central Fukushima Daiichi (I), que permanece inoperativo desde antes de la crisis nuclear de 2011, mientras que el fallo en el sistema de refrigeración afectó las piscinas donde se almacena combustible atómico usado en la planta de Daini (II).

El regulador nuclear nipón, señaló a la cadena estatal NHK que no se han detectado por el momento aumentos de la radiactividad en las centrales o en sus proximidades después de estos incidentes derivados del terremoto que sacudió a la prefectura de Fukushima.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, afirmó que “no se han detectado irregularidades” significativas en las centrales, en declaraciones a los medios después de que TEPCO, la operadora de las centrales, informara sobre los incidentes.

TEPCO indicó que la alarma de incendios saltó en el reactor de Daiichi sin que se haya registrado ningún fuego en estas instalaciones nucleares y añadió que está comprobando los niveles de agua empleada para refrigerar los cuatro reactores dañados por el terremoto y el tsunami de 2011.

El problema en los sistemas de refrigeración de combustible usado se debió a los cortes energéticos causados por el terremoto y afectó a las unidades 1 y 3 de Daini, aunque fue resuelto tras restaurarse el suministro eléctrico unas dos horas después del sismo, según TEPCO.

El temblor se produjo a las 23:36 hora local de este miércoles, a una profundidad de 60 kilómetros frente a las costas de las prefecturas de Fukushima y Miyagi, informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que también alertó de un posible tsunami de hasta un metro de altura en la zona.

El terremoto estuvo precedido de otro sismo de menor intensidad y llegó a alcanzar el nivel seis alto en la escala nipona, de un máximo de siete y centrada en medir la agitación en la superficie y las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor.