Más de 20 personas han muerto después de que las fuerzas de seguridad de Birmania (Myanmar) lanzaran este viernes artefactos explosivos contra manifestantes en la ciudad de Bago, a unos 70 kilómetros al norte de Rangún, según informó un líder de las protestas.

“Podemos confirmar que más de 20 personas han muerto pero no sabemos cuantos han sido heridos”, dijo un líder de las protestas contra la junta militar birmana en declaraciones al portal Myanmar Now.

Un residente declaró al mismo medio que las fuerzas de seguridad “han estado disparando con armas pesadas” desde la madrugada contra un grupo de manifestantes, después de que la víspera al menos dos personas murieran en la ciudad a raíz de la represión de las autoridades.

El portal acompaña la información con una serie de fotografías donde se aprecia un trozo de proyectil, que podría haber sido lanzado por un mortero.

Por su parte el diario The Irrawaddy informó de que las fuerzas de seguridad utilizaron artillería para atacar la línea de barricas instaladas por los manifestantes en Bago, sin que se haya confirmado el número de víctimas.

En un vídeo publicado en las redes sociales se escucha el sonido de una serie de explosiones antes del amanecer, acompañados de disparos.

Al menos 614 personas han perdido la vida desde el golpe militar del 1 de febrero por la brutal represión de las fuerzas de seguridad, según los datos verificados por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).

A pesar de la violencia e intimidación de las autoridades, el movimiento de disidencia civil continúa en las calles del país y esta jornada centenares de personas salieron en moto a recorrer las calles de Mandalay, la segunda ciudad más habitada, con proclamas en rechazo de los militares.

“Estamos unidos para apoyar las esperanzas y aspiraciones de todos aquellos que creen en una Birmania libre, justa, pacífica y democrática. La violencia debe cesar, todos los detenidos políticos deben ser liberados y la democracia debe restablecerse”, señala hoy el comunicado firmado por los embajadores de Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y varios países europeos, incluido España.