La investigación sobre la muerte de un misionero cristiano en una isla de una tribu aislada en la India, se encuentra estancada debido a la imposibilidad de que la policía pueda interrogar a los aborígenes de la isla Sentinel del Norte.

La muerte del misionero cristiano John Allen Chau en noviembre pasado fue noticia a nivel mundial, debido a las incógnitas que rodearon su deceso, tras ser atacado por los aborígenes de la isla, en un intento por evangelizarlos, reporta diario El País de España.

Los antecedentes indican que Allen Chau habría sido atacado apenas fue visto por los autóctonos. Primero con una flecha que impactó su biblia, y en un segundo intento, otra flecha alcanzó su pecho y terminó con su vida.

“Mi nombre es John. ¡Los quiero y Jesús los ama (…) Aquí tienen un poco de pescado!”, clamó Allen Chau a dos autóctonos armados cuando se acercó por primera vez a la isla Sentinel del Norte, del archipiélago indio de Andamán y Nicobar.

El 16 de noviembre de 2018, este ciudadano estadounidense de 27 años murió al intentar entrar en contacto con esta tribu de cazadores y recolectores, de unas 150 personas, que vive en autarquía desde hace siglos en esta pequeña isla del mar de Andamán.

A casi un año de la muerte, la investigación no ha logrado avanzar debido a las condiciones de la isla Sentinel del Norte y ha generado varias dudas, pues las autoridades han evitado ingresar al lugar, aislado del resto de la civilización por razones de sanidad.

La primera es que pasó con el cuerpo de Allen Chau, pues aún no ha podido ser recuperado y el caso de su muerte se ha construido en torno a los testimonios de los pescadores que lo fueron a dejar a la isla, una práctica ilegal y por la cual están procesados ante la justicia.

“El caso de asesinato sigue abierto, aunque sin progresos después del bosquejo del mapa de ubicación de la isla. Seguimos en contacto con antropólogos y psicólogos”, señala Dependra Pathak, director general de la policía de Andamán y Nicobar, archipiélago donde se encuentra Sentinel del Norte.

Estos testimonios han permitido determinar el sector donde habría sido enterrado el cuerpo por los aborígenes y que murió tras ser atacado con flechas.

En la misma línea, también se ha generado la duda sobre presuntas responsabilidades, considerando que los aborígenes no están circunscritos a algún tipo de legislación y por su condición aislada, lógicamente no tienen responsabilidad penal.

Pathak explica que cinco pescadores han sido detenidos por llevar al misionero a la isla, pero que posteriormente fueorn liberados bajo fianza, pero quedando a disposición de la justicia, sin un juzgado lo requiere.

“El caso de intento de homicidio involucra a los pescadores y a dos ciudadanos estadounidenses que contactaron con la víctima antes del incidente (…) el pliego de cargos suplementario requirió la colaboración de contrapartes estadounidenses y del ministerio de Asuntos Exteriores”.

Sobre los dos estadounidenses investigados, Pathan sólo explica que contactaron con Allen Chau antes de entrar a la isla, sin dar mayores detalles sobre su participación en los hechos o alguna responsabilidad penal.

De esta forma, aunque el caso sigue siendo investigado por las autoridades de India, es muy probable que quede sin responsables y el cuerpo nunca pueda ser recuperado. Al menos, desde noviembre de 2018, cuando murió Allen Chau, no se han reportado más intentos por ingresar a esta zona prohibida.

La ley india prohíbe acercarse a menos de cinco kilómetros, así como fotografiar o filmar esta comunidad.

Según la ONG Survival International, esta tribu desciende de las primeras poblaciones humanas que salieron de África y vive en Andamán desde hace 60.000 años.