Una polémica situación se vivió este fin de semana en Brasil, donde en medio de un debate televisado un candidato por la alcaldía de Sao Paulo atacó con una silla a su contrincante.
El violento incidente involucró al candidato José Luiz Datena (PSDB), quien agredió a su rival de la ultraderecha, Pablo Marçal, en plena transmisión en vivo por la disputa más importante de Brasil.
Marçal es uno de los más fuertes aspirantes a la alcaldía de la capital paulista, junto con el actual alcalde de la ciudad, Ricardo Nunes, apoyado por el exmandatario Jair Bolsonaro; y el izquierdista Guilherme Boulos, candidato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los hechos ocurrieron el domingo por la noche durante el debate organizado por el canal TV Cultura con los principales aspirantes al cargo.
La salida de casillas de Datena se dio luego de varias puyas y acusaciones de Marçal a Datena, incluso algunas relacionadas con asedio sexual, y específicamente luego de que le preguntara que cuándo iba a parar con la “payasada” y desistir de la candidatura.
Luego que Datena le rompió una silla en la espalda a Marçal, debate salió inmediatamente del aire y fue retomado sin Datena, quien fue expulsado, y sin Marçal, que fue conducido al hospital Sirio Libanés.
Brasil: candidato Datena sigue en carrera por alcaldía de Sao Paulo
Durante el lunes, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), por el cual compite José Luiz Datena, anunció que mantendrá la candidatura de su representante a la alcaldía de São Paulo.
Así lo informó informó este lunes en una entrevista José Aníbal, su compañero de fórmula respecto a las elecciones a celebrarse el 6 de octubre.
Sin embargo, importantes afiliados al PSDB enviaron solicitudes a los directivos pidiendo que la acción sea evaluada por la comisión de ética.
Incluso, algunos afiliados solicitaron la expulsión del candidato, afirmando que lo sucedido “es inaceptable y daña gravemente los valores democráticos”.
El candidato acusado por la agresión lanzó un comunicado en donde afirma que es “un tipo real” que, mediante ese “gesto extremo”, expresó su “indignación por haber sido, en repetidas ocasiones, agredido verbal y moralmente” por Marçal.
Además, aceptó que cometió un error pero que “de ninguna manera se arrepiente” y aclaró que nunca “en sus 67 años” utilizó la violencia para resolver un conflicto.
Marçal se encuentra en observación en un hospital del centro de São Paulo, que aún no difunde un parte médico oficial. No obstante, miembros de su equipo han señalado que tiene una fractura en una costilla.