El asesinato del candidato Fernando Villavicencio cambió el ambiente electoral en el país, que debe decidir en elecciones anticipadas quién los gobernará hasta mayo de 2025.

Ecuador inició este domingo la jornada de sus elecciones generales extraordinarias, donde están convocadas a sufragar más de 13,4 millones de personas.

La votación se desarrolla bajo un estado de excepción decretado por el Gobierno tras el asesinato el 9 de agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado a la salida de un mitin electoral en Quito, por lo que las Fuerzas Armadas se encuentran desplegadas en todo el país para reforzar la seguridad de los locales de sufragio.

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Bajo una creciente ola de violencia que las autoridades atribuyen al crimen organizado, dedicado principalmente al narcotráfico, los ecuatorianos votan para elegir un nuevo presidente o presidenta y a los 137 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento).

En Ecuador el voto es obligatorio para las personas de entre 18 y 65 años, mientras que es opcional para los adolescentes de entre 16 y 18 años y para las personas de más de 65 años, así como para los miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas.

También pueden votar más de 400.000 ecuatorianos empadronados en el exterior, cuyo sufragio será íntegramente telemático, mediante una plataforma informática a la que debían inscribirse previamente.

Los principales candidatos a presidente en Ecuador

En total son ocho candidatos en la contienda para suceder al actual presidente, Guillermo Lasso, entre ellos la abogada y exasambleísta Luisa González, que busca el retorno al poder del correísmo, el exivcepresidente Otto Sonnenholzner, y el empresario especialista en seguridad Jan Topic.

También compiten el indígena ambientalista Yaku Pérez, los empresarios Xavier Hervás y Daniel Noboa, el abogado independiente Bolívar Armijos y el periodista Christian Zurita, quien tomó la decisión de asumir la candidatura de Villavicencio tras su asesinato.

Los ganadores tanto de las elecciones presidenciales como de las legislativas completarán el periodo 2021-2025, interrumpido por Lasso en mayo pasado al invocar el mecanismo constitucional de la “muerte cruzada”, con el que disolvió la Asamblea, de mayoría opositora, cuando se disponía a votar su destitución como último paso de un juicio político donde se le había acusado de presunto peculado (malversación).

El mandatario, que no se presenta a la reelección, optó por forzar esta convocatoria de elecciones extraordinarias ante el riesgo de verse despojado del poder por una acusación de presunta corrupción.