El gobierno colombiano denunció este domingo que guerrilleros del ELN y grupos que se marginaron del acuerdo de paz están detrás de los ataques a la fuerza pública en Bogotá, sacudida por protestas contra la violencia policial.

El consejero de paz del gobierno, Miguel Ceballos, señaló en un video que los rebeldes están “manipulando” las manifestaciones que siguieron a la muerte de Javier Ordóñez a manos de policías, el pasado miércoles.

El brutal castigo, que incluyó repetidas descargas con un arma eléctrica, desató protestas y una serie de ataques a piedra y con bombas incendiarias contra los puestos barriales de policía conocidos como CAI.

Trece personas, en su mayoría jóvenes, han muerto en Bogotá y sus alrededores. Al menos diez de las víctimas fallecieron por heridas de bala que, según la alcaldía de la ciudad, fueron presuntamente causadas por policías que dispararon “indiscriminadamente”.

Sin referirse a estas denuncias, Ceballos dijo que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC son los culpables de la “vandalización” de decenas de CAI en Bogotá.

“Responsabilizamos al ELN, directamente a (…) Ariel, quien es la persona que maneja el frente urbano de esa guerrilla; responsabilizamos a los jefes de las disidencias (…), quienes están tratando de desestabilizar las ciudades de Colombia atacando a los CAI”, señaló.

“Estas acciones no buscan más que afectar la seguridad de los barrios”, comentó el Alto Comisionado de Paz.

En la ola de disturbios y choques entre manifestantes y la fuerza pública, también han resultado heridos 194 uniformados, aunque la policía no ha precisado cuántos de ellos por heridas de bala.

Reconocida como la última guerrilla de Colombia, el ELN cuenta con unos 2.300 combatientes y una extensa red urbana de apoyo.

Tras el pacto de paz de 2016 con las FARC, varios grupos de la otrora guerrilla marxista siguieron levantados en armas aunque sin un mando unificado. Las autoridades calculan que serían poco más de dos millares de rebeldes disidentes, con influencia en apartadas zonas del país.

Alcaldesa pide perdón

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, pidió perdón este domingo por los abusos de la fuerza pública, en una ceremonia que reunió a familiares de muertos y heridos durante las sangrientas protestas que estallaron hace cinco días contra la violencia policial en Colombia.

En un evento cerrado para evitar aglomeraciones en la pandemia, unas 150 personas fueron convocadas en la Plaza de Bolívar, el centro político del país.

López pidió perdón por cada una de las víctimas mortales, en su mayoría jóvenes presuntamente baleados por miembros de la policía.

“Reconocer la gravedad de lo ocurrido (…) honrar la memoria de las víctimas y el dolor de sus familias es el primer paso indispensable para construir un proceso de verdad y justicia que posibilite uno de reconciliación”, añadió López mientras varios espectadores rompían en llanto.

López denunció el “uso indiscriminado de armas de fuego” por parte de la fuerza pública, pese “a las claras instrucciones impartidas (…) para que nunca se usen armas letales” durante las manifestaciones.

En medio del evento, Bryan Baquero, que perdió a su hermana Angie de 19 años, tomó la palabra.

“Estamos viviendo un momento de tristeza, dolor, angustia”, dijo conmovido.

La víspera la alcaldesa publicó en sus redes sociales una invitación al evento para el presidente Iván Duque, escrita con su puño y letra. Pero el mandatario no asistió a la ceremonia.