El ex presidente ecuatoriano, Rafael Correa, fue condenado el 8 de abril a ocho años de cárcel acusado de cohecho. La Justicia lo estimó responsable de un sistema de corrupción, que a cambio de dinero facilitaba contratos estatales.

Según el ex mandatario, se trata de una maniobra política, con el objetivo de apartarlo de las elecciones que se celebrarán el año próximo. Correa detalló a Radio Francia Internacional su punto de vista sobre el tema, y añadió observaciones sobre las consecuencias de la pandemia para América Latina y su país.

RFI: Un comentario sobre la sentencia que hace unos días, pronunció la justicia ecuatoriana en su contra.

Rafael Correa: No nos sorprendió en absoluto, la esperábamos, es parte de la “lawfare”, una estrategia regional de judicialización de la política, para eliminar a los líderes de izquierda y lograr lo que no consiguen en las urnas. Tengo 31 juicios, uno más absurdo que el otro. Este es un caso de cohecho que nunca ha existido, para ello se necesita haber dado dinero a cambio de un contrato, y eso no existe.

Es la misma estrategia con Lula, Cristina, o el vicepresidente Jorge Glas: agarran a alguien que ha cometido una infracción -en este caso una asesora presidencial que recibió pagos-, lo amenazan con una fuerte pena de cárcel o le ofrecen ser liberado a los pocos meses, siempre y cuando acuse un objetivo político designado.

El Consejo Nacional Electoral ha dicho que los pagos de campaña de Alianza País están en orden, pero no quisieron aceptarlo como prueba. Demostramos con peritaje internacional que los archivos en que se basa el caso han sido adulterados, fueron sembrados en la computadora de esta señora y su asistente para hacer creer que de allí fueron extraídos. No aceptaron el peritaje como prueba.

Además, rompiendo las reglas que en las actuales circunstancias estipulan, que sólo se hagan audiencias de flagrancia, audicionaron el caso. Lo hacen porque están apurados para obtener una sentencia firme, antes de noviembre de este año, cuando se tienen que inscribir las candidaturas para las elecciones del 2021. En otras palabras, todo esto es para impedirme participar en las próximas elecciones, porque saben que serán derrotados.

Todo esto, es para impedirme participar en las próximas elecciones

RFI: Se trata de una decisión en primera instancia, ¿piensa interponer un recurso?

Rafael Correa: Sí, es una sentencia en primera instancia, falta apelación y casación, pero no tenemos ninguna esperanza en la justicia ecuatoriana. Todo está cooptado. Si se atrevieron, en plena emergencia, rompiendo todas las normas legales de salubridad, de prudencia, realizar esta audiencia y condenarnos, son capaces de cualquier cosa. Pero seguiremos agotando todas las instancias nacionales, porque para llegar a instancias internacionales se requiere haber agotado los recursos nacionales.

A nivel internacional vamos a ganar, es un caso que no resiste el menor análisis, hay una seria de nulidades y contradicciones. Sobre todo que nunca ha existido cohecho, pero eso toma seis u ocho años, y esa es la estrategia de esta gente, anularnos durante seis u ocho años, mientras se siguen llevando el país.

RFI: ¿Significa que usted cuestiona la imparcialidad de la justicia ecuatoriana?

Rafael Correa: Por supuesto. La prensa internacional debe conocer que en Ecuador ha habido varias rupturas constitucionales, la más grande : imponer un Consejo para cambiar todas las autoridades, algo absolutamente anticonstitucional. Cambiaron 60% de los jueces de la Corte Nacional, el propio presidente de este tribunal es un presidente “encargado”. Nombrado el 12 de febrero, el primero de marzo nombraron a la madre de su hija como secretaria de la Fiscalía. Se sabe, por filtraciones, que prepararon juntos la sentencia del caso.

Me acusan de dirigir una organización criminal, pero como no pudieron sostener la acusación, me acusan de instigador, la cuestión es condenarnos. Y como si fuera poco, uno de los tres jueces sale declarando en un canal de televisión, defendiendo la sentencia, cuando todavía nos quedan recursos frente a ese mismo tribunal. Que podemos esperar…, la función judicial está totalmente tomada por parte del gobierno y los poderes fácticos del país.

RFI: Usted ha manifestado preocupación por el caso de los otros 19 sentenciados.

Rafael Correa: A excepción de esta asesora, que es la única que ha cometido infracciones penales, y que no es cohecho, porque para ello debía haber tenido capacidad de entregar contratos, pagos…, y no la tenía. Pero recibió dinero a través de una empresa creada con su familia -a espaldas nuestras-, eso es tráfico de influencias, concusión, cualquier cosa, pero no es cohecho.

A excepción de esta señora, las otras personas son inocentes, y por hacerme daño a mí, están dañando la vida, la familia de gente inocente. Funcionarios patriotas, empresarios honestos, que en lugar de estar protegiendo a sus familias ante esta pandemia, tienen que defenderse de esta canallada.

Supuestamente instigué a esta asesora, que es especialista en derecho, pero hay 18 coautores. ¿Cómo instigué al resto? A empresarios que ni conozco, es irracional. No hay estado de derecho y hay una indiferencia mundial a nivel de lo que esta pasando en Ecuador y en América Latina. Porque lo mismo le hicieron a Lula, al vicepresidente, a Evo Morales y a Cristina, pero ya fueron derrotados políticamente, y la situación está cambiando.

RFI: ¿Confirma su intención de presentarse a las próximas elecciones?

Rafael Correa: Nunca ha sido mi deseo presentarme a elecciones, quería retirarme indefinidamente de la política, volver a lo académico, a los libros, a escribir…, tengo varios proyectos. Darle el tiempo que le quité a mi familia durante diez años de una intensa presidencia. Pero obviamente, frente a la destrucción y la persecución, hay que estar donde se es más necesario.

Ellos saben que si estoy en la papeleta, como vicepresidente o encabezando la lista para la Asamblea Nacional van a ser derrotados. Por eso su desesperación para sentenciarme definitivamente, e inhabilitarme como candidato. Si yo pudiera elegir libremente, elegiría quedarme aquí en Bélgica, con mi familia, mis actividades académicas y los proyectos que tengo en este momento.

RFI: Un comentario sobre la pandemia y la situación en su país.

Rafael Correa: Ecuador es el país que peor ha manejado la pandemia a nivel latinoamericano con Haití, y uno de los peores a nivel mundial, que tiene mayor cantidad de muertes por habitante. Esto se debe a que la pandemia nos tomó, con un gobierno absolutamente desgastado, incompetente y criminalmente negligente.

Desde enero existían los protocolos para enfrentar la pandemia y no se hizo nada, el 29 de febrero fue detectada la primera infectada en Ecuador y recién el 16 de marzo declararon estado de excepción y distanciación social en Guayaquil -centro de la pandemia-, donde no pueden enterrar a los muertos. Todos los días muere un conocido, es imposible que sean centenas, como dicen, sino miles.

No dieron ni un centavo adicional para la salud, sólo fueron declaraciones, dijeron que venían dos millones de pruebas, era una mentira.

Para mantener la gente aislada en ciudades como Guayaquil, donde 60% de la población es autónoma -se gana el día a día, no son asalariados-, se necesitaba una logística para llevar comida a las casas, que no hicieron. No equiparon los hospitales, en 2019 sacaron 400 médicos cubanos, despidieron 12.000 funcionarios del sistema de salud, entre ellos a miles de médicos.

Nos tomó sin liderazgo, con un sistema de salud destrozado y una situación económica terrible. Lo peor está por venir, incluso si se hiciera todo lo que se tiene que hacer, en las próximas semanas sólo vamos a recoger más muertos. No veo luz al final del túnel.

El impacto será mayor para los dependientes de commodities, como los países petroleros, incluido Ecuador.

También la pandemia ha causado una crisis económica internacional, más fuerte para los países emergentes por la vulnerabilidad de sus economías, y mayor para los dependientes de commodities, como los países petroleros (Ecuador) porque se derrumbó el precio del petróleo. Peor aún para los que no pueden emitir moneda nacional. Emitiendo moneda, nuestro Banco Central apoya la economía de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra.

La situación es extremadamente grave y no se está haciendo ni lo elemental, que es por ejemplo, evitar fuga de divisas. Vendrá una crisis humanitaria generalizada, porque no se podrá mantener a la gente en las casas, sin comida, sin empleo…, habrá desobediencia civil, violencia, y el sistema democrático no va a aguantar y se va a perder toda gobernabilidad. Ojalá esté equivocado.

RFI: ¿Y los efectos en América Latina?

Rafael Correa: Es obvio que América Latina, como el resto del mundo, va a decrecer por la vulnerabilidad de las economías, sobre todo sudamericanas, que dependen normalmente de commodities -América Central y el Caribe es diferente-, hay un estudio que dice que los países que sufrirán un mayor decrecimiento serán México y Ecuador, un 6%.

Es gravísimo, pero temo que pueda ser mayor, eso significa que decenas de millones de latinomericanos van a caer en al pobreza, que se perderán decenas de millones de puestos de trabajo, que las condiciones económicas y sociales se agravarán enormemente. Además del costo directo de atender la pandemia.

La pandemia ha desnudado la incapacidad de una globalización, que creó mercados, pero no gobernanza internacional.

RFI: ¿Cómo imagina el mundo post pandemia que se perfila?

Rafael Correa: Después de la pandemia tendremos un mundo diferente, y espero que sea un mundo mejor. Se han derrumbado los paradigmas que mayoritariamente han dirigido la humanidad en las últimas décadas. El individualismo en un mundo absolutamente interrelacionado, no tiene sentido, participamos de un sistema complejo, que el otro goce de buena salud significa también mi bienestar.

La pandemia ha desnudado la incapacidad de una globalización, que creó mercados pero no gobernanza internacional. Hay cosas que son derechos, que no pueden ser tratadas como mercancías, por ejemplo la salud pública.

El principal mecanismo de coordinación económica se extrapoló a todos los ámbitos: el mercado es muy importante pero no puede ser el único. Creo que el paradigma del individualismo, es un absurdo en sociedades donde todos somos interdependientes. Espero que ese mundo post pandemia -que de seguro va a ser un mundo diferente-, ojalá sea un mundo mejor.