El aislamiento social obligatorio se extenderá hasta el 12 de abril en Argentina al considerar el gobierno que la medida cumple el objetivo de atenuar la propagación del nuevo coronavirus, con 820 contagiados y 20 muertos reportados desde comienzos de marzo.

“La decisión que hemos tomado es prolongar la cuarentena hasta el día que termine la Semana Santa, por recomendación de los expertos para seguir controlando la transmisión (del Covid-19)”, en el décimo día de un confinamiento cumplido por el 90% de la población, precisó el presidente Alberto Fernández en un mensaje desde la residencia oficial de Olivos, al norte de Buenos Aires.

Al terminar el discurso, vecinos confinados de algunos barrios de Buenos Aires salieron a los balcones de sus viviendas a aplaudir la restricción, comprobaron periodistas de la AFP.

Fernández dijo que el gobierno tomó al pie de la letra la recomendación de un comité asesor de médicos, sanitaristas y epidemiólogos. “Los argentinos debemos estar contentos de los resultados que hemos tenido” con la dura medida que ha semiparalizado al país, dijo.

Argentina tiene cerradas las fronteras y solo se permiten actividades como la producción y venta de alimentos, artículos de limpieza y medicamentos, además de servicios de salud y seguridad, entre otros esenciales, ejercidas por el 10% restante de la población.

Nadie puede circular en vehículos sin permiso especial y los ciudadanos sólo pueden salir de sus viviendas a comprar comida o medicamentos a lugares cercanos.

“Un número bajo de personas no lo cumplió (el aislamiento) y tal como lo avisamos, lo ha terminado pagando con procesos penales”, afirmó el mandatario.

“No tenemos que caer en el falso dilema de salud o economía”, consideró, y se manifestó dispuesto a afrontar el costo social de la medida, que hasta ahora tiene fuerte apoyo.

País confinado

En una nación de 44 millones de habitantes, el aislamiento ha provocado un freno en la actividad económica con un duro impacto en la sociedad, lo que el gobierno intentó atenuar en los últimos 10 días con sumas millonarias en subsidios, salarios adicionales y créditos.

Para paliar la parálisis y los padecimientos económicos, el presidente decretó el domingo suspender por 180 días los desalojos y prohibir el aumento del valor de alquileres y las cuotas de créditos hipotecarios.

“Es una guerra contra un ejército invisible que nos ataca en lugares donde a veces no lo esperamos. Es espeluznante la velocidad con que crece el virus. Con la cuarentena buscamos tiempo a prepararnos y proveernos de insumos”, justificó.

Al destacar que el modelo elegido por Argentina fue elogiado por organismos internacionales, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), aclaró que la lucha contra la pandemia debe resultar “una enseñanza a que la humanidad no sea tan miserable y tan egoísta con los que han sido olvidados para el desarrollo”.

Fernández elogió a los argentinos que “se han quedado en casa y protegido a los adultos mayores, que corren más riesgos”.

El comité asesor del gobierno proyecta un aumento de los contagios en los próximos días, según fuentes oficiales citadas por la prensa local.

Fernández difundió este domingo en redes sociales un mensaje de apoyo a las últimas declaraciones del papa Francisco a un empresario español, en las que condenó el “sálvese quien pueda” frente a la pandemia.

“Cómo dije en el G20 (última reunión por teleconferencia), nadie se salva solo. Hay que ser solidario, ponerse en el lugar del otro y ayudarlo.
Algunos miserables olvidan a quienes trabajan para ellos y en la crisis los despiden”, destacó Fernández.

El Sumo Pontífice dijo que “una empresa que despide para salvarse no es solución; en este momento, más que despedir hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria”.