La agencia de noticias Bloomberg reportó este martes que debido a que el gobierno de Nicolás Maduro incumplió los pagos de los intereses de un préstamo de 750 millones de dólares otorgado por Deustche Bank en 2016, el banco alemán se vio obligado a quedarse con las 20 toneladas de oro que Caracas le había dado en garantía, antes de que se venza el contrato de pago en 2021.

Analistas explican que el déficit fiscal de la administración de Maduro y la caída estrepitosa de la producción petrolera, y por consiguiente de los ingresos en divisas, ha llevado a que el gobierno venezolano se vuelque al uso del oro como salvavidas para su financiamiento, ya sea a través de la venta de oro producido en el país o de la puesta en garantía de oro de las reservas en operaciones swap para solicitar préstamos en efectivo.

¿Quién recibe el dinero, Maduro o Guaidó?

Según las informaciones, luego de que Deutsche Bank proceda a tomar control de las 20 toneladas de oro quedarían 120 millones de dólares como diferencia dado que el precio del metal dado en garantía supera el monto del préstamo el día de hoy. Esto lleva a la pregunta: ¿quién entonces va a recibir esa diferencia?

La respuesta no está clara. El experimentado economista, profesor universitario y exdirector de la estatal petrolera Pdvsa, José Toro Hardy, dice a Deutsche Welle que es “difícil establecerlo” por la falta de antecedentes y casos similares.

“No hay situaciones como la que ocurren en Venezuela. Esta es la mayor crisis económica a escala internacional generada en tiempos de paz”, sentencia el experto.

Agence France-Presse
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Consecuencias del impago a Deutsche Bank

El incumplimiento de pagos del gobierno de Maduro trae consecuencias negativas adicionales para la economía de Venezuela, además de la obvia fuga de dinero que representa la pérdida del oro. En una oportunidad anterior, en octubre de 2017, el gobierno venezolano falló en pagar un canje acordado con Deutsche Bank, que le había prestado 1.200 millones de dólares, para lo que Maduro puso 1.700 millones de dólares en oro en garantía, según reportó la agencia de noticias Reuters.

También tenía un préstamo de Citibank de 1.100 millones de dólares que vencía en marzo de 2019. Los rumores de los posibles impagos que estos dos casos generaron encendieron las alarmas y se temía que Venezuela perdería los lingotes que dio como garantía. Afortunadamente, el gobierno venezolano logró cumplir su compromiso con las dos instituciones el año pasado y en enero de este año, según Reuters.

Pero esta nueva situación con Deutsche Bank viene a empeorar las cosas. “Esto deteriora la calificación de riesgo del gobierno de Maduro, en momentos en que el déficit fiscal en Venezuela luce cada vez más incontrolable y este tipo de situaciones cierra el acceso a financiamiento internacional”, explica Toro Hardy.

“El hecho de la pérdida del oro dado en garantía pone en evidencia la gravísimas dificultades por las que está atravesando el gobierno para cumplir con su obligaciones en términos generales”, agrega.

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¿Se puede culpar a las sanciones?

Algunos culpan a las recientes sanciones de Estados Unidos sobre sectores clave de la economía venezolana, como la industria petrolera, de la imposibilidad del gobierno venezolano de honrar sus deudas. El Departamento del Tesoro también sancionó en marzo a la empresa estatal Minerven, encargada del oro venezolano, y a fines del año pasado las exportaciones del preciado metal.

Sin embargo, otros aseguran que las sanciones no son la causa de los impagos. “Las cifras que acaba de publicar el BCV con años de retraso evidencian un severísimo deterioro de la economía venezolana, una caída sin precedentes del PIB, una inflación altísima, que se genera mucho antes de la entrada de las sanciones”, apunta Toro Hardy a DW, dado que las sanciones contra Pdvsa solo fueron impuestas en 2018 y 2019.

“La producción petrolera ha venido cayendo. En 1998, cuando el presidente Chávez llega al poder, Venezuela estaba produciendo 3,5 millones de barriles diarios y de haberse cumplido con todas las inversiones que se habían previsto, Venezuela debería estar produciendo hoy en día por encima de 5 millones de barriles diarios”, continúa Toro Hardy.

El economista cita dos fuentes para sustentar su aseveración: “Según la OPEP, la producción petrolera está en algo más de 700.000 barriles diarios, y según Argus, que es quizás la principal fuente de información energética que existe, está en el orden de los 500 mil barriles. En 2018, antes de las sanciones, ya la producción había caído en cerca de 700.000 barriles diarios con respecto al año anterior, y en 2017 había caído en 650.000 barriles con respecto a 2016”.

Para Toro Hardy, el origen de la crisis económica del gobierno de Maduro, y la razón por la que recurre al oro para financiarse, está en los años 2002 y 2003 “cuando el presidente Chávez despide a 20.000 trabajadores de Pdvsa, que en promedio tenían 15 años trabajando en la industria y acumulaban 300.000 años de experiencia y conocimiento en conjunto”.

Por el momento, solo queda esperar la decisión de Deutsche Bank de si le devolverá el dinero a Maduro o lo pondrá en una cuenta a la que Maduro no tenga acceso, como pide la oposición venezolana.