El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “no fue invitado” a la ceremonia de asunción del presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro, reveló el domingo el futuro ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo.

“Por respeto al pueblo venezolano, no invitamos a Nicolás Maduro a la investidura del presidente Bolsonaro”, que tendrá lugar el 1 de enero, aseguró Araujo en Twitter.

“No hay lugar para Maduro en una celebración de la democracia y del triunfo de la voluntad popular brasileña. Todos los países del mundo deberían dejar de apoyarlo y unirse para liberar Venezuela”, agregó el futuro jefe de la diplomacia del gobierno de extrema derecha.

“Regímenes que violan las libertades de sus pueblos y actúan contra el futuro de Brasil por afinidad ideológica con el grupo derrotado en las elecciones no estarán en la investidura”
- Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil.

Así lo confirmó más tarde el propio Jair Bolsonaro, capitán de la reserva en el Ejército y anticomunista declarado. “Regímenes que violan las libertades de sus pueblos y actúan contra el futuro de Brasil por afinidad ideológica con el grupo derrotado en las elecciones no estarán en la investidura”, remarcó, pese a que tradicionalmente todos los jefes de Estado sudamericanos son invitados a la investidura de los presidentes brasileños.

Sin embargo, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, desmintió previamente a su futuro homólogo brasileño y aseguró que Maduro sí fue invitado a la investidura de Bolsonaro, pero que “jamás” consideró asistir.

“Aquí pueden leer las dos notas diplomáticas oficiales enviadas por las autoridades brasileñas invitando al gobierno venezolano y al presidente Nicolás Maduro a asistir a la toma de posesión de Jair Bolsonaro”, detalló el titular de RREE venezolano, mediante la misma red social.

En su respuesta, Arreaza publicó copias de dos notas de invitación atribuidas al gobierno de Brasil.

El funcionario compartió además un escrito enviado por Venezuela -con fecha de 12 de diciembre- en la que se descarta la asistencia de Maduro, quien jurará para un segundo período el 10 de enero tras cuestionados comicios.

“El Gobierno Socialista, Revolucionario y Libre de Venezuela no asistirá jamás a la toma de posesión de un presidente que es expresión de la intolerancia, del fascismo y de la entrega a intereses contrarios a la integración latinoamericana y caribeña”, reseña el documento.

El cruce de declaraciones se produce días después de que Maduro implicase a Bolsonaro y al gobierno de Colombia en un supuesto plan orquestado por Estados Unidos con objeto asesinarlo y poner fin a la llamada revolución bolivariana, a raíz de una reunión del gobernante electo con el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton.

Yamil Lage | Agence France-Presse
Yamil Lage | Agence France-Presse

Electo el 28 de octubre con 55% de los votos, Bolsonaro criticó fuertemente al gobierno venezolano a lo largo de su campaña. En algunos de sus mensajes aseguraba, en tono apocalíptico, que Brasil podría transformarse en una nueva Venezuela si la elección la ganaba su rival de izquierda Fernando Haddad.

Pero un día después de su victoria, Bolsonaro descartó cualquier eventual intervención militar en Venezuela a pesar de las “serias dificultades” causadas por la “dictadura” de Maduro.

Brasil, al igual que los demás países de la región, ha recibido importantes contingentes de migrantes desde Venezuela. La ONU cifra en 2,3 millones los venezolanos que han salido en los últimos dos años huyendo de la decable económica.