“Fue un ataque con drones…”, aseveró Nicolás Maduro tras el incidente, aún no esclarecido, de los estallidos durante un desfile militar el pasado 4 de agosto en Caracas. Poco después, Néstor Reverol, Ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, mostró a la prensa una imagen de los supuestos drones, no en acción, sino en una foto ampliada que lleva el título “Aeronave pilotada a distancia Drone M600”, acompañada de una corta descripción: “Es un dron diseñado para trabajos industriales. Puede soportar grandes cargas, como una cámara de cine o un kit complejo de grabación”.

Los drones M600 son producidos por la firma DJI, cuya sede principal está en Shenzhen, el Silicon Valley chino. La cadena de noticias alemana Deutsche Welle, quiso saber si el dron M600 (Matrice 600) tenía una versión militar, con capacidad para llevar y activar armas. La respuesta fue sola una frase: “DJI produce drones para cámaras fotográficas y de cine”. Y en efecto, la imagen del supuesto dron que Reverol mostró en alto, no tiene nada que ver con un dron militar. La misma descripción muestra lo que Reverol dice.

Reuters
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Robótica y aeronáutica, las ciencia detrás de los drones

Sin hacer ninguna relación al supuesto intento de atentado a Maduro, el ingeniero Konstantin Kondak, director de la sección de Robots Voladores, del Instituto para Robótica y Mecatrónica del Centro alemán para la Investigación Aeronáutica y del Espacio (DLR), con sede Oberpfaffenhofen, explicó a DW, que “los drones pasarán a ocupar un papel cada vez más importante en nuestras vidas, desde el envío de medicamentos hasta el transporte urbano mismo”. También es cierto, según Kondak, “que la robótica y la aeronáutica siempre han tenido una relación con la investigación y el uso militar”.

Que los drones ya reemplazan a muchos infanteristas en las guerras y conflictos no convencionales no es un secreto. Desde las bases estadounidenses en Alemania, Estados Unidos ha dirigido varias misiones “antiterroristas” con drones que vuelan hasta las montañas de Afganistán y regresan en la misma noche. Estos drones empero, no son hexacópteros M600 para el uso fotográfico, sino robots aerodinámicos con forma manta raya capaces de portar misiles.

El alcance de un dron M600

“El desarrollo de baterías ha permitido la fabricación de drones que hoy, prácticamente, todo el mundo puede comprar a precios accesibles”, dice el ingeniero del DLR. La versión profesional del dron M600 mostrado por Reverol, cuesta en la tienda virtual de DJI 5.699 euros ó unos 6.590 dólares estadounidenses, al cambio de este 7 de agosto. Un aparato con capacidad para transmitir imágenes hasta a 5 kilómetros de distancia y para llevar material fotográfico o fílmico hasta de 6 kilos de peso.

Sea su uso militar o civil, solo la miniaturización ha favorecido el amplio uso de los drones. “Los nuevos sistemas de sensores permiten la ubicación, la orientación y la navegación. Pero también sus baterías mas potentes y más pequeñas han hecho masificar su uso”, explica el ingeniero Kondak, especializado en robots voladores.

DJI | DW
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Ataque y defensa o contraataque, de la mano de la tecnología

Independientemente de la marca de un dron, dicho ingeniero reconoce que, justo gracias a todo el avance de la robótica y la aeronavegación, así como de la producción en masa que ha reducido los costos de materiales, “hoy día alguien puede construir un dron capaz de llevar un arma o una bomba y dirigirlo al destino deseado”.

La protección y repulsión de ataques terroristas ha obligado a tomar medidas. Pero así como la robótica y la aeronavegación han dado “pasos” agigantados, que han permitido un mayor uso militar y civil de los drones, asimismo el desarrollo de estrategias de defensa ha avanzado. “La necesidad de proteger aeropuertos y centrales nucleares, por ejemplo, han llevado a las autoridades alemanas a prohibir el uso de drones en estas áreas”, afirma Konkak.

Para evitar una prohibición total, tanto las autoridades alemanas como las empresas han ido más allá. “Los nuevos drones profesionales vienen ya programados con un atlas de las zonas vedadas”, cuenta el especialista en robótica. “Irrumpe, o se acerca un dron, a pesar de ‘saberlo’, a una zona prohibida, señales emitidas desde aeropuertos u otras instalaciones sensibles se encargan de bloquear los circuitos eléctricos o el sistema GPS del dron y este pierde el rumbo, o cae”, explica el experto de Robots Voladores.

Una técnica de defensa que promete volverse muy popular es la demarcación de espacios vedados al vuelo de drones, solo con la ayuda de un celular, como describe Kondak: “Viola un dron el espacio limitado, el usuario puede establecer con su celular las coordenadas del intruso, enviarlas al constructor en tiempo real y éste detiene el vuelo del aparato”.

Captura de pantalla
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