El balance de la "masacre de Shakahola", nombre de un bosque de Kenia donde se reunía una secta evangélica que practicaba un ayuno extremo, subió el lunes a 403 muertos tras el descubrimiento de 12 nuevos cuerpos, anunció una funcionaria regional.

Ya son más de 400 los presuntos miembros muertos de una secta cristiana de Kenia que fueron persuadidos para ayunar y así encontrarse con Jesucristo.

Todo lo anterior, tras el hallazgo de nuevos cadáveres enterrados en un bosque, según lo informó durante la jornada de este lunes la policía local.

Según medios de Kenia, la comisionada regional de policía, Rhoda Onyancha, confirmó que el número de muertos se sitúa ya en 403.

Además de esto la autoridad policial destacó que las personas rescatados con vida se mantienen en 95.

Asimismo, se indicó que 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento. Es por esto que ya se han recogido cerca de 260 muestras de ADN de posibles familiares para averiguar la identidad de los muertos.

Las autoridades kenianas iniciaron el pasado lunes la cuarta fase de exhumaciones de las tumbas y fosas comunes encontradas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi.

Casi todos los cadáveres de la llamada “masacre de Shakahola” han sido exhumados en ese bosque, de más de 320 hectáreas, mientras sólo unos pocos murieron en el hospital después de ser rescatados por la gravedad de su estado.

El pasado 27 de junio, el patólogo jefe del Gobierno, Johansen Oduor, indicó que, de los 338 cuerpos examinados hasta esa fecha, 117 eran de menores y 201 de adultos.

Esto, mientras que 20 se encontraban en un estado de descomposición demasiado avanzado para determinar la edad.

Masacre en Kenia, aumenta el número de muertos y detalles de la secta

Las autopsias también evidenciaron que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de menores, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.

En este sentido, las primeras investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.

Al menos 37 sospechosos han sido detenidos hasta el momento por estos hechos, que han conmocionado al país, y más de veinte permanecen en custodia policial, incluyendo el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.

El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, culpó la pasada semana a las fuerzas de seguridad y a la Justicia de negligencia.

Todo esto, al declarar ante una comisión creada en el Senado keniano para investigar los hechos.

Según Kindiki, no tomaron las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas anteriormente contra Mackenzie.

Lo anterior, que ya fue detenido el pasado marzo tras ser acusado de la muerte de dos niños en circunstancias similares, si bien se le concedió la libertad condicional.

Extaxista y bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril, el pastor lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas).