La junta militar gobernante en Chad se negó el domingo a negociar con los rebeldes que lanzaron hace dos semanas una ofensiva contra el régimen y son acusados por el ejército de haber matado al jefe de Estado Idriss Déby Itno.

“No es el momento de la mediación ni de la negociación con los forajidos”, dijo en un mensaje televisado Azem Bermandoa Agouna, portavoz del Consejo Militar de Transición (CMT) que preside el general Mahamat Idriss Déby, hijo del fallecido presidente.

El vocero urgió también a Níger, país fronterizo de Chad, a “cooperar” de cara a “facilitar la captura (…) de estos criminales de guerra”, entre ellos su jefe Mahamat Mahadi Ali, “responsables de la muerte de varias decenas de soldados chadianos”.

El difunto jefe de Estado, que lideró a su país durante 30 años, murió el martes a los 68 años debido a las heridas padecidas durante una operación militar contra los rebeldes en el norte del país.

Su hijo Mahamat Idriss Déby, general de cuatro estrellas a los 37 años y hasta entonces comandante de la Guardia Republicana, asumió la sucesión.

El sábado el líder rebelde había dicho que estaba dispuesto a observar un alto el fuego.

“No estamos en guerra, hemos tomado las armas por la actitud antidemocrática de Idriss Déby, que confiscó el poder durante 31 años y rechazó cualquier alternancia por la vía democrática. Ahora que está muerto, debemos sentarnos alrededor de la mesa y dialogar para silenciar las disputas”, aseguró este domingo a Efe el portavoz del grupo insurgente, Kingabé Ogouzeimi Tapol.

El domingo por la noche, Mahadi Ali, que dijo continuar en Chad, reaccionó al rechazo a negociar de la junta militar.

“Si quieren ir a la guerra, iremos a la guerra. Si nos atacan, responderemos”, afirmó a la Agence France-Presse.