"Ella no tiene por qué meterse con mi familia porque yo veo lo que hago en mi casa", se defendió la llamada Pincoya.

Una inesperada pelea sorprendió al público de Gran Hermano, y es que las “matriarcas” de la casa, dos de los personajes más queridos por el público, se enfrentaron aunque no en una pelea cara a cara. Hablamos de Jennifer Galvarini -más conocida como la Pincoya– y Mónica Ramos.

Todo comenzó cuando Pincoya inició un juego con Sebastián y Francisco. En este, el nuevo concursante dibujó una cara sonriente en los glúteos de la participante oriunda de Chiloé, mientras ella se encontraba en tendida en una cama. Tras ello, ellos debían lamer el dibujo.

Mientras Constanza, Trinidad, y otros que estaban observando reían con el momento, Mónica, quien dormía, despertó para encontrarse con la escena que no le pareció nada agradable.

De hecho, apenas Pincoya notó que Mónica estaba mirando, comenzó a gritar que no le permitieran ver, lo que molestó aún más a la mujer de 77 años. “Cómo no voy a ver lo que están haciendo”, sentenció.

Mónica sobre Pincoya: “¿Por qué se prestó ella para eso?”

Acto seguido, se retiró de la habitación y se fue a desahogar con sus compañeros de la otra pieza, donde contó lo que había pasado.

“Resulta que Sebastián trajo merengue. La Pincoya estaba así con la toalla y con calzones y para arriba desnuda. Se subió la toalla y (dijo) que le pusieran merengue en el poto (sic) y que la chupetearan”, relató.

Mónica señaló que no sabía si Sebastián y Francisco lo habían hecho. “Yo estaba media dormía y ella me decía, ‘no señora Mónica no miré’. ‘Cómo no te voy a mirar, si mira lo que estás haciendo"”, contó.

“Está bien las travesuras, yo las entiendo, por último haberle puesto el merengue en la cabeza… pero ¿por qué se prestó ella para eso?”, sentenció.

“Imagínate, ¿cómo se va a sentir el esposo?”, reflexionó. “El esposo, ¿cómo va a quedar frente a toda la gente de ahí, que es un pueblo chico infierno grande?”, agregó conversando con Lucas.

“Yo veré la explicación que daré en mi casa”

Durante la fiesta del viernes, Jennifer se sinceró acerca de los comentarios realizados por la mujer, mostrándose muy molesta.

“Ella no tiene nada que meterse con mi familia, porque yo veré la explicación que daré en mi casa. No tiene por qué ella meterse, porque es una talla”, dijo Pincoya mientras hablaba con Francisco.

“Me dio tanta rabia que ella me fuera a pelar a la pieza de al lado, eso no se hace. Ella no tiene por qué meterse con mi familia porque yo veo lo que hago en mi casa”, añadió luego a Constanza.

Luego volvió a desahogarse con Sebastián. “‘¿Por qué piensa en mi marido si ni lo conoces? ¿Qué te metes en un matrimonio ajeno?’, me dan ganas de decirle. Yo sé lo que tengo en mi casa, y el loco sabe lo que tiene acá”, comentó.

“Yo podré hueviar (sic), que un piquito (sic), que esto, pero yo sé mis límites. Entonces la gente ve maldad donde la hay”, dijo.