Verdades Ocultas ya hizo historia en la televisión chilena al convertirse en la teleserie más larga desde la llegada de la pantalla chica al país.

Esta semana la producción cumplió un año y medio al aire, y de su elenco original han permanecido intactos sólo cinco actores: Camila Hirane, Matías Oviedo, Emilio Edwards, Viviana Rodríguez y Renato Jofré.

Su historia también está irreconocible, y de hecho pocos recuerdan que la trama inicial trataba de una madre que había vendido a una de hijas debido a la situación de extrema pobreza en la que vivían.

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Pero para poder alargar la historia y seguir atrayendo al público, incluso más que en su debut, sus guionistas deben echar mano a toda su creatividad e ingenio.

Esto quedó más que claro cuando Carmen Zabala (Agustina) quedó embarazada y tuvo que dejar la producción. La solución fue que su personaje viajará y se operara el rostro quedando literalmente irreconocible.

“Cuando entró Javiera (Díaz de Valdés) tuvimos miedo de perder sintonía, pero el público entró en el juego, en los códigos. Cada vez que se termina un arco dramático, como por ejemplo la venganza de Leonardo, que ya llegó a su fin, tenemos ese miedo: ¿con qué lo vamos a reemplazar?”, aseguró a Las Últimas Noticias Carlos Oporto, cojefe de guionistas de la teleserie.

La técnica que encontraron para seguir alargando la producción, sin cansar al público, es bastante simple en realidad. “Hay 16 personajes, en total, para ir renovando la historia. Cada vez que sale uno, entra otro de reemplazo, con una historia nueva. Puede aportar al núcleo central o enriquecer las historias secundarias”, contó.

Tintes de telecebolla

Debido a la naturaleza de la producción, los escritores también se toman algunas licencias. “Jugamos con melodrama puro por el horario de las tres de la tarde. Exacerbamos los sentimientos y las situaciones. Nos hemos tomado hartas licencias, como la cirugía de Agustina. Siempre es un riesgo, sobre todo con decisiones drásticas como sacar a Laura (la mamá), que fue la protagonista en un momento. Pero su historia ya se había acabado”, aseguró.

Pero también hay momentos de los que se han arrepentido. “Matar a Ricardo (Julio Jung D.), por ejemplo. En un momento hicimos que Leonardo (Carlos Díaz) lo matara de un disparo, pero echamos pie atrás, porque era parte de las motivaciones de Agustina (el personaje central)”, agregó.

Junto con esto también aseguró que en ocasiones se toman licencias con el pasado y construyen las historias de tal forma que encajen con todo después. “Hay secretos de los que el público es cómplice y otros que todavía no se conocen”, agregó.

A partir de febrero, la producción pasará a manos de Chilefilms, y se comenzarán a grabar nuevos capítulos. “Son seis meses más de producción”, finalizó el profesional sobre la teleserie que aún no tiene fecha de termino.