Uno de los grandes atractivos de Cruella, la nueva versión live action de Disney, es su espectacular vestuario. La cinta lleva al espectador a un recorrido por la moda de la Inglaterra de los años 70s en plena revolución punk-rock, para presentarnos a Estella (Emma Stone), una joven aspirante a diseñadora que se convertirá en una de las villanas más conocidas de la historia del cine.

La tarea de traer a la vida la visión del director Craig Gillespie fue de la dos veces ganadora del Óscar, Jenny Beavan, responsable del vestuario de Mad Max: Fury Road y Cascanueces, entre tantos otros.

“La moda estuvo omnipresente en esta película”, aseguró el director hace un tiempo. “Tuvimos una tarea tan difícil con esta película y no podía pensar en nadie más apropiado para ello que Jenny. Ella acertó absolutamente. Fue asombroso porque tuvo poco tiempo y una gran cantidad de atuendos que fabricar. Y cada atuendo realmente tenía que ser una declaración (de los personajes)”, agregó.

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En este proyecto -que parece haber sido creado a su medida-, la diseñadora de vestuario debió realizar cerca de 100 elaborados trajes sólo para los dos personajes principales de la película e innumerables alfombras rojas.

“Jenny tuvo que crear un lenguaje y una gramática para ambos personajes, no solo lo que vestían, sino las líneas de moda que cada una diseñó, y es único, fascinante e intensamente creativo”, agregó el productor Marc Platt.

Si bien fue un trabajo desafiante y con poco tiempo para lograrlo, Jenny aseguró que esto no es algo extraño para ella. “Esa parece ser la historia de mi vida, ‘si no tienes a nadie más que lo pueda hacer, trae a Jenny, ella lo hará"”, contó en conversación con BioBioChile y otros medios.

No obstante, explicó que “cada trabajo que haces como diseñadora de vestuario es diferente. Ninguna película es igual a la otra, incluso si haces dos de Jane Austen, nunca lucen iguales, porque las historias son diferentes”.

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Para Cruella, Jenny debió adentrarse en la década de 1970 en Londres, un periodo que ella vivió en carne propia, donde hubo un choque cultural en la sociedad y en la moda.

Además se presentan tres grandes galas que requirieron un enorme trabajo: el baile de María Antonieta de la baronesa que Estella presencia como una niña de 12 años; su baile en blanco y negro (donde Cruella aparece con un vestido rojo sangre con una capa blanca en llamas generada por computadora); y una Gala Benéfica donde Estella envía a todos los invitados vestidos negros y pelucas blancas con negras para que pueda esconderse a plena vista.

Todos implicaron un trabajo impresionante, pero según la experta el más desafiante fue un vestido que envuelve el auto de la baronesa. Dicho diseño contó con 5060 pétalos cosidos a mano en 393 metros de organza ligera.

“Tenía que ser lo suficientemente pesado como para girar, pero lo suficientemente ligero como para que ella pudiera realmente subirse al coche”, explicó.

“Fue un trabajo masivo, pero tuve un equipo increíble que me ayudó a sacarlo adelante. Fue desafiante, pero fue muy divertido también, porque todos todos eran divinos, incluyendo a las dos Emmas (Stone y Thompson)”, reconoció.

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Para Estella, la diseñadora creó 47 vestidos, los cuales estuvieron inspirados en una fotografía de la cantante alemana de punk rock-New Wave, Nina Hagen. No obstante, fue la transición del personaje lo que más trabajo le dio.

“Estella/Cruella tiene un maravilloso arco de historia, así que fue muy divertido hacer la transición de una niña pequeña a la mujer que podría o no convertirse en Glenn Close en 50 años”, explicó la diseñadora.

“En cada uno de los looks intentas mostrar una etapa diferente de ella, e incluso los más simples pueden crear un desafío, pero por supuesto, fueron los vestidos más grandes los más difíciles de hacer, pero tengo este tremendo y talentoso equipo que lo hizo perfectamente”, sentenció.

Cruella | Disney | EW

Por su parte, para el trabajo con la baronesa, interpretado por Emma Thompson -con quien Jenny trabajó previamente-, se optó por un estilo más “anticuado”, con tafetán gruesos y sedas, satinados y muchos turbantes.

Para sus 33 atuendos, se trabajó con una paleta de colores de marrones y dorados cálidos, ya que el de Cruella finalmente sería blanco y negro.

Pieles

Pese a que en la historia original Cruella de Vil es una amante de las pieles de animales, en la cinta de Disney no se utilizó ninguna piel real y se optó por sintéticas, aunque no en grandes cantidades.

De hecho, la producción no logró encontrar una réplica de piel de dálmata, un clásico del vestuario del personaje, por lo que debieron fabricar una en base a terciopelo.

Cruella | Disney | EW

“Hay muy poco uso de piel en Cruella y las que hay son falsas”, reconoció. “El problema moral con eso es que las pieles falsas probablemente son peor para el medioambiente que las reales, porque las reales se descomponen, pero las falsas son de plástico y crean contaminación también”, explicó la diseñadora, quien es integrante de PETA.

Según continuó Jenny, no tiene mayores problemas con el uso de cuero que provenga de lugares donde los animales son criados y tratados con respeto, “pero la producción masiva, la crueldad y la forma de deshumanizar a las personas que los cuidan, eso es lo que molesta”.

Pero más allá de eso, la diseñadora quedó más que satisfecha con el trabajo y se encuentra a la espera del estreno de la cinta que debutará en Chile a través de Disney+: Premier Access el 28 de mayo.