Debutó en las teleseries personificando a Darío Carmona en la teleserie juvenil “16”, pero su carrera dio un giro por diferentes circunstancias de la vida.
Hoy el actor Juan José Gurruchaga, que lleva tres años viviendo en Argentina, recordó su paso por la televisión nacional en el podcast “Reyes del Drama”.
“(‘16‘) La recuerdo con mucha nostalgia, con mucho afecto y mucho amor porque me demostró que tenía la capacidad de entrar a este ambiente de las teleseries que no conocía”, comenzó el artista, que también fue parte de “Los Treinta”, “Floribella”, “Versus”, entre otras.
Cuando la crisis comenzó a golpear a las áreas dramáticas, el intérprete hizo gala de sus dotes de comunicador y probó suerte en la animación de espacios como “Los improvisadores”, “Sabingo” y “Así somos”.
En La Red fue donde más desarrolló su veta en la conducción, llegando a hacerse cargo del matinal “Mañaneros” y del trasnoche “Así Somos”, entre 2011 y 2013.
“Tengo sentimientos encontrados. Fue una etapa compleja porque no medí profesionalmente lo que se necesitaba para ser el conductor de un matinal, en el caso de ‘Mañaneros’. Creo que el poncho me quedó grande. No estaba preparado para abordar lo misceláneo que es un programa como ese, donde hay que tener mucha información”, reconoció.
“Me entró a pasar la cuenta y me empezó a cansar el programa por los cambios abruptos, por los temas donde no me sentía cómodo hablando”, recordó.
En el caso de “Así somos”, la historia es distinta. Gurruchaga señala que lo que aparecía en pantalla era entretenido, sin embargo los egos de los panelistas eran muy fuertes.
“Yo siempre tuve claro quién era y por ahí eso le chocaba a algunas personas”, dijo. “Lamentablemente, como siempre he sido frontal no tenía problema en decirlo y muchas veces tenía momentos ásperos”, precisó.
“La idea era que uno igual contribuyera y no fuera solo uno más de los zombies de Salfate”, agregó.
Asimismo, también mencionó que en el programa había muy malos tratos por parte del equipo: “Había un trato que no era el correcto. Yo veía que a las mujeres no las trataban muy bien. Ese ninguneo a mí no me parecía”, afirmó.
“El respeto es básico, cuando no existe, todo se diluye y pasa a segundo plano. Los egos eran mal entendidos y las personas no se sabían ubicar dentro del rol. Faltaba un buen liderazgo donde las personas pudiesen transmitir confianza de que lo que hacíamos estaba bien hecho”, señaló.
“No comparto en absoluto esa forma de liderazgo o de querer destruir un grupo”, aseguró.
Respecto a los malos tratos hacia las mujeres, Gurruchaga comentó: “La forma en que se decían las cosas eran para knockear a la gente. Era complicado. Muchas personas hacían la vista gorda y punto”, comentó.
“Me vine por amor”
Sobre su nueva vida en Argentina, el actor aseguró que se fue a vivir al país trasandino por amor a su mujer y a su familia, debido a que el padre de su esposa sufrió una enfermedad que lo mantuvo al borde de la muerte y Gurruchaga quiso que su esposa esté junto a él en esos momentos tan complejos.
