Comenzaba el siglo XXI en nuestro país y la pareja del momento era la que conformaban la modelo María Eugenia Larraín con el destacado futbolista Iván Zamorano. Ambos eran inseparables y concentraban las miradas de la farándula nacional. En ese entonces, nadie habría pensado que esta historia terminaría en tragedia, pero así fue.

Kenita y Zamorano habían compartido buenos momentos, sin ir más lejos la maniquí lo acompañó cuando el Real Madrid le realizó un homenaje en el propio estadio Santiago Bernabeu. Asimismo, el capitán de la selección chilena también estaba con ella en sus diversos eventos.

La relación estaba tan consolidada que no sorprendió cuando ambos anunciaron su casamiento, a mediados de 2003. La fecha elegida fue el 14 de febrero de 2004, en pleno Día de los Enamorados, en el Palacio Cousiño de Santiago.

Inmediatamente esta noticia se transformó en el foco central de la farándula local. Iba a ser considerada como la boda del siglo en nuestro país y los invitados daban la talla: Alejandro Sanz, Ronaldo, Giorgio Armani, Javier Zanetti y otros amigos famosos de la pareja.

Reportes de la época indicaban que la pareja había desembolsado cerca de 240 millones de pesos en una fiesta de lujo de más de 500 invitados. Por esos años incluso se filtró el mensaje del parte matrimonial enviado a los invitados.

Larraín y Zamorano | Archivo
Larraín y Zamorano | Archivo

“No existe en este mundo algo más hermoso que estar contigo, sentir latir tu corazón junto a mi mejilla, besar tus hermosos labios, llena mi alma… Te amo mi amor, te amo tanto, que cuando estás ausente, no encuentro solución para mi respiración. Gracias amor, por compartir conmigo el resto de nuestras vidas”, expresó el futbolista a su novia en ese entonces.

Se cancela todo

Muchas personas estaban expectantes porque llegara aquel 14 de febrero, pero sólo dos días antes una noticia remeció al país: “Zamorano y Kenita Larraín cancelan su boda”.

Con el paso de las horas la información fue confirmada por amigos de los dos involucrados. Programas de farándula informaban al respecto, pero sin entregar detalles claros. “Se cancela por imprevistos de última hora que obedecerían a problemas de la pareja”, indicaban.

Desde ahí fueron sólo especulaciones respecto a la pareja. Se habló de una supuesta infidelidad de Kenita o de que habría existido violencia psicológica de parte de Zamorano; sin embargo estos hechos nunca se confirmaron.

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Te amo tanto, que cuando estás ausente, no encuentro solución para mi respiración
- Iván Zamorano

En otra versión de prensa se indicó que el quiebre se originó luego que la pareja asistiera a un concierto de Luis Miguel en Santiago, tras el cual un trabajador ligado al artista le entregó una tarjeta con el número privado del cantante a Larraín. Aquella situación habría generado celos en el deportista.

Archivo
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Una vez cancelada la boda, también se conoció que la modelo partió ese 12 de febrero a pasar unos días junto a una expareja en España, el tenista Carlos Moyá.

Con el paso de las horas, desde el círculo de Zamorano emitieron un comunicado público, el cual tampoco dejó muchas certezas.

“Somos personas públicas, pero también somos seres humanos. De manera que les rogamos que entiendan, en estos duros momentos, nuestra decisión de no hacer públicas las razones que nos han obligado a dar este paso. Esperamos que comprendan que no ahondaremos en más razones en torno a algo que pertenece a nuestro ámbito más íntimo”, indicaron.

“Sabemos que algunos nos reprocharán que cuando tuvimos buenas noticias que comunicar estuvimos dispuestos a compartirlas. Sólo les podemos pedir como hace una semana al visitar el palacio Cousiño, que recen por nosotros”, cerraron.

El cierre definitivo al caso lo dio Larraín tras 14 años del escándalo. En una entrevista con el extinto programa Primer Plano, la mujer indicó que el quiebre fue de mutuo acuerdo entre ambos.

“Habíamos peleado con Iván y yo me sentía muy mal, destrozada.
Chateamos mucho tiempo por Hotmail con Carlos y al final él me dice ‘¿quieres venir a España?’, para que no estuviera tan mal, tan sola. Y yo le dije ‘bueno’, y me tomé el avión y me fui a España. Iván y yo éramos muy inmaduros”, dijo la modelo.

“El día que terminamos discutimos y acordamos que no nos íbamos a casar. Fue de mutuo acuerdo. Para mí fue una ruptura definitiva, aunque quizá él siempre tuvo la esperanza de que no fuera así. Después de lo que pasó muchos empezaron a criticarme; para la gente pasé a ser la ‘princesa de Chile’ a ‘la mujer más mala del mundo”, concluyó.

Cabe señalar que, tras este imprevisto, ambos lograron rehacer sus vidas: Kenita actualmente está casada con el empresario Sergio Ader y Zamorano con la modelo argentina María Alberó