La serie El Vigilante, al igual que la serie sobre Jeffrey Dahmer de Ryan Murphy, se encuentra inspirada en hechos reales. Sin embargo, la familia que fue víctima del acoso no logró identificar al culpable.

La semana pasada, Netflix estrenó la miniserie El Vigilante, serie creada por Ryan Murphy (American Horror Story), mismo director que está triunfando con Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, que, al igual que dicha serie, está basada en hechos reales.

La producción se centra en la familia Brannock, quienes, al mudarse en un nuevo barrio, comienzan a ser acosados por un personaje anónimo que se autodenomina El Vigilante.

Específicamente, esta historia se inspira en un artículo de Reeves Wiedeman que, a su vez, está basado en una historia que ocurrió. El escrito, publicado en 2018, contaba la historia de un matrimonio que vivía aterrorizada por parte de una excéntrica vecina.

Las personas reales, Derek y Maria Broaddus, compraron una casa en 2017 en 657 Boulevard ,en el idílico suburbio de Westfield (Nueva Jersey). Esperaban que se convirtiera en la casa de sus sueños, pero, cuando comenzaron las reformas de la propiedad, recibieron una carta inquietante.

“657 Boulevard ha sido tema para de mi familia durante décadas y, a medida que se acerca su 110 cumpleaños, me han puesto a cargo de observar y esperar”, rezaba el texto firmado por El Vigilante.

“Mi abuelo vigilaba la casa en la década de 1920 y mi padre la vigilaba en la década de 1960. Ahora es mi turno. ¿Conocen la historia de la casa? ¿Saben lo que hay dentro de los muros? ¿Por qué están aquí?”, añadía.

Así, El Vigilante también hizo referencia a los hijos de la pareja y les pidió que llenar la casa con “sangre joven”. “Tienen hijos. Los he visto. Hasta ahora creo que he contado tres”, se podía leer.

Entonces, el matrimonio acudió a la policía, quienes recomendaron no compartir el contenido de las cartas con sus vecinos, ya que lo más probable era que uno de ellos la hubiera enviado.

De todas formas, y pese al inquietante caso, existen diferentes detalles que se cambiaron para la serie.

“Ha sido una experiencia muy diferente para nosotros, porque solo éramos los actores y Ryan creó detalles muy diferentes. No sé si mi personaje existió en la vida de esas personas”, confesó la actriz Mia Farrow, a cargo de interpretar a la tétrica vecina, a Radio Times.

“La serie cubrió el esquema básico, pero los detalles son de Ryan Murphy. No sé quién era la familia. No sé si alguna vez lo supe, pero lo siento por ellos. Ojalá no vean la serie”, complementó.

Una historia real sin respuestas

La investigación de la familia Broaddus a sospechar sobre un vecino en particular, Michael Langford. Esto por la ubicación de su hogar y su particular familia. Sin embargo, acabó siendo descartado en la investigación.

Fue así que, además de la policía, el matrimonio contrató a su propio detective privado para investigar el vecindario. Recibieron un total de tres cartas, y la segunda identificaba a sus hijos por su nombre y apodo, incluyendo detalles que, según la familia, solo podría saber alguien que hubiera estado dentro de la casa o muy cerca de ella.

Mientras continuaban su búsqueda, los Broaddus descubrieron que los dueños anteriores, los Wood, también habían recibido una carta justo antes de mudarse, pero no habían tenido problemas en los 23 años que habían vivido en la casa.

Los Broaddus intentaron demandar a la familia Wood por no revelar que habían recibido una carta, pero el caso fue desestimado. Para entonces, sin embargo, la existencia de El Vigilante se había dado a conocer por todo el vecindario.

Surgieron muchas teorías, y en Reddit incluso se afirmó que El Vigilante vivía dentro de las paredes de la casa o que los Broaddus se habían enviado las cartas a sí mismos en un intento de recuperar las pérdidas económicas de la compra.

La familia acabó vendiendo la casa en 2019 y, hasta la fecha, El Vigilante continúa sin ser identificado. Esto incluso tras ser investigado por la policía y exagentes del FBI contratados por los Broaduss.

Entre diferentes detalles, Netflix cambió los nombres y apellidos de los Broaduss. Además, en la serie solo tienen dos hijos y parecen ser mayores que los de los Broaduss cuando compraron la casa.