Los duques de Cambridge están en el centro de la polémica y han recibido duras críticas de parte de animalistas, por llevar al príncipe George, su hijo de siete años, a cazar aves en Escocia.

Kate Middleton y el príncipe William actualmente se encuentran en Balmoral disfrutando de sus vacaciones, y el fin de semana pasado asistieron juntos a otros miembros de la realeza, a una jornada de caza de urogallo, una especie de ave galliforme que habita en la zona.

Aunque esta no es la primera vez que George acompaña a sus padres a esta actividad -tradición dentro de la familia real británica-, sí despertó el malestar PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales).

Según la organización, exponer a un niño a un “deporte” así podría dañarlo psicológicamente e insensibilizarlo ante el sufrimiento de los animales.

Daily Mail
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“En estos días, muy pocas personas consideran el disparar por ‘deporte’ como algo más que una perversión violenta que hiere y mata a hermosas aves”, aseguró la directora de PETA, Mimi Bekhechi.

“Que un niño se vea obligado a presenciar una matanza tan casual, y por un padre al que admira, nada menos, es potencialmente tan dañino para su psique como para la vida misma del pájaro”, añadió.

“Puede insensibilizar a los niños ante el sufrimiento de los animales, lo cual es motivo de preocupación, dado el vínculo bien establecido entre la crueldad hacia los animales en la infancia y el comportamiento antisocial en la edad adulta, y podría provocarle pesadillas a George”, advirtió también.

“Para ayudarlo a convertirse en un líder responsable y compasivo, sus padres deben enseñarle a respetar a todos los seres vivos”, cerró.

Pero George no fue el único niño presente en la ocasión, ya que James, el hijo de 12 años del príncipe Eduardo también participó.

La casería es un “deporte” que la familia real ha practicado durante años, aunque en el último tiempo la reina Isabel ha intentado que se mantenga como una actividad privada, evitando que los integrantes de su familia sean fotografiados en ello.

Tanto el príncipe William como Harry aprendieron a disparar siendo muy pequeños, mientras acompañaban a su padre, el príncipe Carlos. Sin embargo, desde que el duque de Sussex conoció a Meghan Markle, su asistencia a estos eventos disminuyó drasticamente.