Hace 15 años Kate Walsh (52) llegó a Grey’s Anatomy para dar un giro a la serie. A pesar de haber sido presentada como la “mujer infiel” que había engañado a Derek (Patrick Dempsey) y roto su relación Meredith (Ellen Pompeo), la doctora Addison se transformó de inmediato en uno de los personajes más populares y queridos de la serie.
Fue tanto su arrastre que incluso Shonda Rhimes la eligió para protagonizar el primer spin-off de la serie, Private Practice, serie que estuvo al aire por seis temporadas.
Pero a pesar de tener 26 años de carrera y haber participado en innumerables series de televisión y película, la gran mayoría la sigue recordando como Addie, un personaje que también marcó su vida personal e incluso podría decirse que la ayudó a salvar su vida.
En 2015, luego que se cancelara su serie Bad Judge, la actriz comenzó a tener sentir ciertas molestias en el lado derecho. Según contó, sentía debilidad en esa parte de su cuerpo e incluso en una oportunidad se desvió hacia el carril equivocado mientras conducía. Además de sentirse más cansada de lo normal.
“El agotamiento llegó al punto en que podía tomar cinco tazas de café y aún no sentirme despierta o despejada”, aseguró en una entrevista con la revista Self.
“Luego, alrededor de abril, comencé a tener dificultades cognitivas. Se sentía como afasia (un trastorno del lenguaje), pero no era simplemente no poder encontrar palabras; perdía el hilo de mis pensamientos, no podía terminar las oraciones, y eso fue cuando realmente me alarme”, dijo.
Visitó a un neurólogo, pero cuando el especialista la vio, no le dio mayor importancia a sus síntomas y los asoció a una depresión por su edad, acababa de cumplir 48 años.
Según Walsh, siguió sus instintos , recordó lo poco que había aprendido de medicina en sus series y “realmente presionó” para que le hicieran una resonancia magnética (IRM). “Cuando fui al neurólogo, me dijo: ‘¿Por qué? ¿Qué crees que vas a encontrar?’. Y fue muy condescendiente. Me dijo: ‘Eres una actriz, tienes más de 40 años, no estás trabajando"”, comentó.
El médico incluso le ofreció una receta de antidepresivos. “Yo le dije, ‘Respetuosamente, ya tengo un profesional de la salud mental. No digo que sea reacia a eso o que eso no es útil, pero antes de comprometerme con una dosis alta de antidepresivos me gustaría hacerme un Resonancia magnética"”, recordó.
“Tuve que pelear realmente, porque no hacen IRM tan fácilmente, pero me hice una resonancia magnética y gracias a Dios que lo hice, porque resultó que tenía un tumor cerebral muy considerable en mi lóbulo frontal izquierdo”, aseguró.
El lóbulo frontal izquierdo es el que controla el lenguaje y la articulación de las palabras, lo que explicaba la mayoría de sus síntomas, por lo que tres días después de eso, debió someterse a una cirugía de emergencia para remover el tumor. “Tenía más de cinco centímetros, como un limón pequeño en mi cabeza, causando bastante daño”, explicó.
“Rompí mi dedo meñique la noche anterior a mi resonancia magnética, porque no tenía una percepción profunda. Era una locura. Toda la situación era abrumadora, y estaba tan aliviada de saber que había algo mal, que no era solo mi imaginación y que mis instintos eran correctos”, dijo.
Eso sí, la actriz aseguró que de todas formas comprendió al especialista porque no la conocía. “Estoy segura de que tiene muchas personas que reaccionan o piensan que están muriendo constantemente o algo así. Pero siento que probablemente hubo un poco de sexismo. Tenía una médica general en Los Ángeles y se enfureció cuando le conté sobre esto”, añadió.
La actriz también reconoció que a pesar de dar vida a una cirujana neonatal durante casi 10 años en Grey’s Anatomy y Private Practice, eso no la ayudó a sentirse más cómoda en al situación.
“Uno pensaría eso después de interpretar a la dra. Addison durante la mayor parte de una década, donde pasé más tiempo en un set de hospital que en mi casa, de alguna manera me sentiría más cómoda, pero estaba realmente como un gato tan asustado”, reconoció. “Di vida a una mujer muy ruda en televisión, pero cuando se trata de ser la paciente, fue una experiencia muy vulnerable”, reveló.
Tras vivir esa experiencia, Kate destacó la importancia de tener una buena relación con su médico. “Realmente animo a las mujeres a confiar en su instinto y luchar por ellas mismas. Y si no obtienen lo que necesitan de un médico, no tengan miedo de buscar otro”, dijo.
La actriz se tomó nueve meses de descansó, pero volvió a trabajar en gloria y majestad en 2016, y se unió al elenco de 13 reasons why, donde dio vida a la madre de Hannah Baker (Katherine Langford), una adolescente que se suicida tras ser violada y sufrir bullying.
Infertilidad
Pero el tumor no es lo único que ha marcado su vida. Ese mismo año, 2015, la actriz reveló que no puede ser madre. ”No tengo niños. No voy a tener hijos… Tengo menopausia precoz”, detalló en un programa de radio norteamericano, declaraciones que fueron recogidas por el portal de noticias ABC News.
Kate se enteró de la noticia, luego de que su hermana la llamara y le dijera que ella padecía de menopausia precoz y recomendó realizarse un chequeo. “Yo le dije, ‘Me estas asustando’ (…) Entonces fui y ellos me dijeron ‘tienes un ovulo y una fractura’”, agregó. “Fue un momento sombrío. Pero fue un tipo experiencia y crecimiento“, dijo.
En el transcurso del tratamiento, Kate se dio cuenta que no estaba sola y que es una condición que se ha hecho cada vez más común entre las mujeres de hoy, aunque aún se desconoce mucho de ella. “Puede ser producto del medioambiente. Las pastillas anticonceptivas, no sabemos”, explicó.
Hoy ya tiene asumida su condición y tiene claro que su vida sigue. “No sé si puedes tenerlo todo. Creo que eso un mito americano, porque no lo llamaría un sueño. Creo que es un poco mito y una enorme presión, a la vez. Estamos viviendo como… ‘espera un segundo, ¿soy menos porque no soy madre?’ ¿Si no soy una estrella en mi carrera? No lo sé. Estoy divagando, pero eso es lo que pienso”, agregó.
Lo irónico de su infertilidad de Kate es que su personaje era una cirujana neonatal, obstetra y especialista en genética, que tampoco podía tener hijos, a pesar que es lo que más deseaba.
Por estos días la actriz tiene una ocupada agenda promocionando su película Honest Thief y grabando Emily in Paris.
