El príncipe William y su esposa Kate cerraron este jueves un exitoso e histórico viaje oficial de tres días a Irlanda, visita que culminó con la pareja sacando aplausos por su desempeño en el malabarismo y el hurling, un deporte gaélico.

En primer lugar, la pareja concurrió a un encuentro circense en Galway, una ciudad del centro del país que limita con el Oceáno Atlántico.

En un evento que reunió a algunos de los artistas que participarán del Festival Galway 2020, el duque sacó aplausos con sus dotes para el malabarismo.

Más tarde, ambos se desplazaron hasta un club de la Asociación Atlética Gaélica (GAA por su sigla en inglés), donde la duquesa se lució jugando hurling, una disciplina en equipo de origen celta.

El hurling consiste en golpear una pelota usando paletas alargadas de madera maciza y su versión femenina lleva por nombre camogie.

Pese a que en una oportunidad lanzó una pelota por los cielos, lo que causó su sorpresa y una serie de fotos con expresiones poco afortunadas, sus maniobras fueron celebradas por los asistentes de todas las edades.

GAA se compone de más de 2.200 equipos en los 32 condados de Irlanda donde, cada año, entre mayo y septiembre, se realizan campeonatos de este deporte, los que reúnen cerca de 1,5 millones de espectadores.

El viaje partió en Dublín, ciudad hasta la cual la pareja llegó a bordo de un vuelo comercial.

El periplo llegó a su fin en Galway, que este 2020 será la capital europea de la cultura en representación de Irlanda con una “demostración de eventos destacando la riqueza y la diversidad de la cultura irlandesa y su historia de esfuerzo artístico”, señalaron desde el Palacio de Kensington, la residencia oficial de los futuros reyes de Inglaterra, que visitaron este territorio en un histórico momento para el país.

Lo anterior luego que el ex brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA por su sigla en inglés), el Sinn Fein, cosechara un éxito legislativo en las últimas elecciones parlamentarias, lo que lo transformó en una nueva fuerza política.

Ligado con la tradición nacionalista y separatista local, contraria al dominio que por siglos mantuvo Londres sobre el país, el Sinn Fein aboga por la reunificación de toda la isla.

Irlanda del Norte, provincia británica ubicada al norte del terruño, quedó bajo la admnistración británica tras la guerra de independencia de 1921, división que sería motivo de una consulta pública a través de un referendo en un plazo de cinco años, uno de los objetivos del partido a futuro.