Sólo un 1,4 puntos porcentuales ha disminuido la brecha de sueldos entre hombres y mujeres, luego de la promulgación de la Ley de Igualdad Salarial, en 2009.

En 2018, la diferencia de género por el mismo trabajo fue de un 12,4%.

En 2009, cuando se promulgó la Ley de Igualdad Salarial, el sueldo promedio de una mujer era de $403 mil, mientras que el de un hombre alcazaba los $467 mil, por el mismo trabajo. Es decir, una brecha del 13,8%.

10 años después, los salarios han aumentado considerablemente, a $733 mil promedio en el caso de mujeres y $837 mil para hombres, con una diferencia por el mismo puesto de 12,4%, lo que representa una disminución de la brecha en sólo un 1,4 puntos en una década.

El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, señaló que el desafío es acortar más rápido la diferencia de salarios.

“Hemos mejorado y la brecha de remuneraciones se ha ido acortando. Tenemos que avanzar mas rápido, para que las mujeres encuentren más trabajo, para que los trabajados sean mejores. Y obviamente que eso va a permitir que las remuneraciones entre hombres y mujeres se empiecen a igualar, que es lo que corresponde”, subrayó el ministro.

La presidenta de la comisión de la Mujer del Senado, Adriana Muñoz, sostuvo que aún se mantiene culturalmente el ver a las mujeres como trabajadoras de segunda categoría.

La directora ejecutiva de Comunidad Mujer, Alejandra Sepúlveda, reconoció que las cifras no son alentadoras y aseguró que la Ley de Igualdad Salarial es letra muerta.

El período con mayores brechas salariales se observó entre 2011 y 2015, cuando superó el 15% en todos los años.