Tras darse a conocer el acuerdo entre la minera y SQM por el Salar de Atacama, las relaciones entre Codelco y los pueblos atacameños apostados cerca se tensionaron. Ahora, con la incursión de la estatal en el Salar de Maricunga, toca conversar con representantes de los pueblos Colla.

Fue el 17 de octubre de 2023 que Codelco dio a conocer la adquisición del 100% de Lithium Power International (LPI), por un monto de US$244 millones, decisión que iba en línea con la Estrategia Nacional del Litio anunciada el 20 de abril del año pasado por el Gobierno.

Y durante el 23 de enero, se dio a conocer que la junta de accionistas de la empresa australiana aprobó la venta de sus acciones a la compañía Salar de Maricunga SpA (filial de Codelco), lo que considera un pago de $0,57 dólares australianos (AUD$) por acción.

Ahora, con el visto bueno de la empresa australiana, la estatal deberá fortalecer sus relaciones y el diálogo con las comunidades Colla, que ya han manifestado “sentir temor de que ocurra lo mismo que en el Salar de Atacama” y la demanda por una mayor participación, al igual que otros pueblos atacameños.

El papel de las comunidades en la compra de Lithium Power por parte de Codelco

El presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, expresó que mediante este acuerdo, la compañía “se transforma en el principal y mayor actor en el Salar de Maricunga para la extracción de litio, el segundo más importante después del Salar de Atacama”.

“Por lo mismo nos importa, de manera prioritaria, desarrollar una relación temprana con las comunidades y establecer un diálogo, una participación para discutir los temas ambientales y comunitarios”, afirmó.

Salar Blanco, del que era dueño la firma australiana, es un proyecto que aportará 2.541 hectáreas en pertenencias del Salar de Maricunga, adyacentes a las otras 2.500 con que ya cuenta la firma en el segundo depósito salino con mayor concentración de litio en el mundo.

Sin embargo, no es desconocido que las relaciones de Codelco, por ejemplo, con las comunidades atacameñas en el Salar de Atacama, estén pasando por un momento tenso.

Asimismo se repite con las comunidades colla, ligadas a este proyecto en particular.

Diálogo con actores indígenas

Una colaboradora de dichas comunidades (que son alrededor de seis las que compromete el proyecto), Angela Cañupan, expresó que existe “temor a que el recurso hídrico vaya escaseando”.

A su vez, manifestó que cuando se inició la transacción sólo manejaban la información que conocían por la prensa y que la fecha que consideraban para que se hiciera público el negocio, era recién en febrero de este año.

Sin embargo, en el último tiempo sí hubo reuniones entre ambas partes que, como señaló la colaboradora, siguen la ruta del diálogo.

“Este encuentro que se realizó el fin de semana pasado, permitió despejar ciertas dudas, conocer quienes son los protagonistas de este uso ancestral de los territorios”, dijo a La Radio.

Una de las personas que ha participado entre los diálogos de Codelco y las comunidades Colla es la senadora Yasna Provoste (PDC).

En este sentido, la parlamentaria participó de la reunión el pasado domingo, donde estuvieron representantes indígenas de las provincias de Chañaral y Copiapó, además de Máximo Pacheco.

Provoste enfatizó la importancia de este encuentro como el inicio de un camino de diálogo y participación de las comunidades, reconociendo la transformación de su papel de cuidadores ancestrales a sujetos activos en la gestión de la riqueza, junto con servir de ejemplo a otros sectores.

¿Qué es lo que sigue ahora en la agenda? Que la Corte Federal de Australia valide y autorice el cierre de la operación, lo que está previsto para el 13 de febrero.