Son 18 los puntos cerrados y 10 los que se conversarán en la próxima reunión entre Escondida y el sindicato, todo en el marco de la negociación anual que la minera sustancia con sus trabajadores.

De lograr el monto solicitado, los trabajadores de Escondida recibirían el bono más abultado en la historia de la minería chilena: $25,9 millones, en base al 4% de los dividendos reportados por la empresa en 2017. No obstante, la empresa supeditó la concreción de la entrega del bono a cinco puntos clave para ellos.

Entre estos se encuentran la extensión de beneficios -bono incluido- a trabajadores actuales y futuros de la minera, estén o no sindicalizados, una polémica licitación de salud, la renovación de la jornada excepcional por tres años, a partir de 2020; el cambio en prácticas operacionales y la forma de pago del bono de producción, consignó El Mercurio.

En cuanto al bono de producción, Escondida busca modificar la manera en la cual se hace el pago. Actualmente, el beneficio se cancela cuando cumple el 96% de la meta, lo que cambiaría a cuando se alcance el 98% de lo planeado.

En relación al plan de salud, los trabajadores desean que la cobertura aumente del 33% al 45%, lo que costaría hasta $1.200 millones, dineros que todavía no está claro quién aportará.

Entre otros, los temas que se encuentran en tabla incluyen la gestión digital de documentos, la reajustabilidad a futuro y los tiempos de extensión de contratos.

Aparte de los $25,9 millones por cada trabajador sindicalizado, que bordean los 2.500, otras peticiones incluyen $406 millones para el mejoramiento de estructura de las sedes sindicales, la construcción de una cancha de fútbol y la habilitación de departamentos en Santiago o Antofagasta para los socios que lo requieran.