En el marco del 11 de julio, Codelco mencionó que hace un siglo el motor del desarrollo local eran "el carbón y el salitre"; y hoy "más que nunca lo es el cobre".

Este martes Codelco recordó que cada 11 de julio se celebra el “Día del Cobre Chileno”.

En ese contexto mencionó que un día como hoy, en 1971, el Congreso discutió los últimos detalles de la ley N° 17.450, que tenía como objetivo nacionalizar la gran minería del cobre.

En votación unánime, los parlamentarios aprobaron que los yacimientos del metal “pasaban a ser propiedad de todos los chilenos”.

“El camino fue extenso. Los primeros pasos los dio el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva y la firma definitiva la colocó el presidente Salvador Allende”, señaló Codelco en un texto alusivo publicado en su sitio web.

También indicó que, a los pocos días de que se aprobara la ley, se creó la Corporación del Cobre de Chile, que tiempo después sería más conocida por sus siglas (Codelco).

Chile concentra cerca del 21% de las reservas mundiales del cobre, que en su estado metálico se caracteriza por sus tonos rojizos y anaranjados, además de su capacidad para conducir energía eléctrica.

Según el Anuario de la Minería publicado por Sernageomin, la minería del cobre representó 10,9% del PIB chileno en 2022.

“Afirmar que este mineral es la columna vertebral de nuestra economía no es una exageración”, dijo la estatal.

Seguidamente sostuvo que la Corporación sigue siendo la mayor productora de cobre del mundo y que “con el esfuerzo de sus trabajadores(as), ha aportado más de US$168.000 millones al Estado”.

Y puntualizó: “Esa cifra equivale aproximadamente a la construcción de 546 hospitales de alta complejidad o 12.000 liceos de excelencia”.

“El carbón, el salitre; y hoy el cobre”

En el marco del 11 de julio, la empresa también comentó que hace un siglo el motor del desarrollo local eran “el carbón y el salitre”; y hoy “más que nunca lo es el cobre”.

Sobre los desafíos que hoy enfrenta la Corporación, expresó que éstos “son múltiples”, pero que la visión de futuro “es clara”. “La crisis climática requiere de una rápida transición hacia fuentes de energía limpias. Placas solares fotovoltaicas, autos eléctricos y turbinas eólicas son todas tecnologías de uso intensivo de cobre”, agregó.

En esa línea, por último, ejemplificó que una central convencional requiere alrededor de 1 tonelada de cobre para producir 1 MW de electricidad, mientras que la eólica necesita 3-5 ton/MW para construir las turbinas.

“Y mientras un automóvil convencional de combustión interna usa hasta 23 kilos de cobre, un vehículo eléctrico con baterías utiliza 83 kilos de cobre; es decir, cuadruplican sus requerimientos de este mineral”, finalizó en su texto de conmemoración por la nacionalización del metal.