Un informe presentado hace cuatro años por el Foro Económico Mundial, ya vaticinaba que para 2020 el 35% de las habilidades que se consideraban importantes en un trabajador habrían cambiado, proyección que ha tomado aún más fuerza debido a la emergencia sanitaria.

Danilo Rojic, socio director de la firma especialista en gestión de carrera y empleabilidad People & Partners, asegura que una de las competencias más demandadas por las empresas será el trabajo colaborativo.

“Si bien cada profesional puede estar trabajando desde su casa, el concepto de ‘estar en red’ va a ser cada vez más necesario. Antes la gente iba a las oficinas, pero trabajaba de forma cerrada o hermética. En cambio, luego de haber experimentado este nuevo escenario, la cooperación será fundamental”, puntualiza.

Otras habilidades serán la resiliencia y la movilidad, ya que cuentan con buena disposición y gusto por el cambio.

“Durante los últimos seis meses, las prioridades en las empresas han mutado al menos cuatro veces, ya sea por la crisis social, la temporada estival, el inicio del año laboral o la pandemia del coronavirus. Por eso se buscan profesionales dispuestos a trabajar de esa manera, por sobre personas que estaban muy acostumbradas a ejecutar sus tareas en base a reglas o bajo procesos muy establecidos”, añade.

“El teletrabajo es una modalidad que se instaló, sobre todo con la existencia de una Ley que antes no teníamos. Eso va a impactar la manera en cómo nos vamos a relacionar. En general, se buscarán perfiles que sean auto-motivados y autónomos, debido a la mayor ausencia de empleo presencial”, asegura Danilo Rojic.

Por otro lado, cree que destacará la capacidad de liderazgo de equipos a la distancia, así como la inteligencia emocional y empatía para canalizar las contingencias y comprender las dificultades que pueden tener las personas para ejecutar sus tareas de forma remota.

Los desafíos de los nuevos líderes

Para Carmen Luz Morales, gerente general People & Partners, uno de los principales desafíos para los líderes de las compañías será trabajar en los denominados “ambientes VUCA”, que como lo indican sus iniciales en inglés, son volátiles, inciertos, complejos y ambiguos.

“El coronavirus es un síntoma de un entorno en el cual existe una incerteza enorme que afecta a las empresas, y muchos de nosotros no estamos preparados para poder generar cambios al mismo ritmo y de forma tan drástica”, cree.

En esa línea, la experta sostiene que más allá del desarrollo de competencias técnicas, las jefaturas deben tener la capacidad de empezar a trabajar en el presente para sobrevivir en el futuro.

“Eso significa poder predecir, aunque sea en un mínimo porcentaje, qué podría pasar, para tomar o no un determinado plan de acción, lo cual requiere de una formación continua en avances tecnológicos, desarrollo de pensamiento crítico, capacidad de negociación, creatividad y resolución de problemas complejos”, comenta.

“Para ello, es muy importante la flexibilidad cognitiva que tiene nuestro cerebro para adaptar nuestra conducta y pensamiento a situaciones novedosas, cambiantes o inesperadas”, concluye.

Además, afirma que “La actitud es fundamental para afrontar los cambios y fortalecer valores como el esfuerzo y la perseverancia”

Finalmente, aseguran que una de las herramientas clave para enfrentar la contingencia actual, es el autoconocimiento, con el fin de identificar las propias limitaciones y potencialidades.