Este viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dará a conocer la Encuesta Nacional de Empleo del trimestre móvil noviembre-diciembre-enero.

Tras la publicación del boletín, la directora subrogante del organismo, Sandra Quijada, tendrá el desafío de implementar modificaciones en el marco muestral y la metodología de la medición.

Expertos advierten que el indicador actual “esconde” la dinámica del mercado laboral, con parámetros muy amplios que, además, no incorporan a la población migrante que ha llegado al país desde 2017.

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En medio de la crisis de credibilidad y a nivel interno que vive el INE, -tras la salida del ahora exdirector del organismo, Guillermo Pattillo, luego de casi dos años de gestión-, este viernes se darán a conocer las cifras de empleo del trimestre móvil noviembre-diciembre-enero.

Una medición que constituye uno de los desafíos principales para la directora subrogante, Sandra Quijada, tras los errores en la entrega del IPC de mayo de 2019 y enero recién pasado, que han puesto en tela de juicio las metodologías del organismo, con dos sumarios que aún permanecen abiertos.

Tras la entrega del boletín, la administración del instituto implementará cambios en la encuesta que mide el desempleo, incorporando un nuevo marco muestral, con los resultados del Censo 2017.

En ese sentido, el académico de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Puente, sostuvo que un desafío fundamental es que la nueva medición grafique en forma precisa el ingreso de migrantes desde 2017 a la fecha, que está cifrado en cerca de 1,3 millones de personas.

De acuerdo al análisis del economista, la estructura poblacional de los extranjeros tiene un impacto relevante en la tasa de empleo, considerando que mayoritariamente son personas jóvenes, que aumentan la fuerza de trabajo.

Por su parte, el economista de Libertad y Desarrollo, Felipe Berger, destacó que las crisis son positivas, en el sentido de dar urgencia a las reformas, por ejemplo, la que busca darle autonomía institucional al INE y que el Gobierno ya anunció que pondrá suma urgencia durante marzo.

El investigador planteó que, además del marco muestral, el mecanismo de medición -que se aplica desde la Nueva Encuesta de Empleo implementada el 2010- también debiese incorporar parámetros más precisos para determinar la cantidad real de personas ocupadas.

En la misma línea, el investigador de la Fundación Instituto de Estudios Laborales, Fernando Carmona, especificó que la medición del desempleo debiese ser más integral, puesto que la actual se limita sólo a cuantificar la cantidad de personas ocupadas.

A su juicio, los cambios deberían apuntar a agrupar en un sólo indicador variables como los salarios y horas trabajadas, para graficar más precisamente la dinámica del mercado laboral.

Esta semana, la directora subrogante del INE, Sandra Quijada, tendría una reunión en el Ministerio del Trabajo para afinar detalles de la publicación de la próxima Encuesta de Empleo, que está agendada para el 31 de marzo y contempla el trimestre móvil diciembre-enero-febrero.