Con las exportaciones a Estados Unidos golpeadas por un impuesto de Donald Trump a raíz de una disputa con la Unión Europea (UE), el vino francés atraviesa una zona de turbulencias que podría abrir una ventana de oportunidad para los vinos chilenos.

“La situación en el mercado estadounidense -el mayor consumidor mundial de vino- es preocupante y urgente”, dijo Antoine Leccia, presidente de la Federación de Exportadores de Vino y Bebidas Espirituosas de Francia (FEVS). Pronostica un 2020 “difícil” para los vinos franceses tras la “sanción arbitraria” de un 25%.

El nerviosismo es palpable entre los viticultores de ese país: temen que los dardos lanzados por Trump abran la puerta a la expansión en el mercado norteamericano de otros vinos en detrimento de los europeos.

Un tercio de las empresas del sector anticipan una caída de más de 50% de su volumen de negocios este año en Estados Unidos.

Chile en la mira

Agencia UNO
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Además de Australia, los viticultores franceses ven con particular recelo a Chile, el cuarto productor a nivel mundial, que el año pasado exportó 847 millones de litros para totalizar un valor de 1.597 millones de dólares; y que cuenta con una rica variedad de cepas, muchas de ellas únicas.

“Con esta tasa los vinos chilenos van a tener una ventaja comparativa frente a los vinos franceses, porque no están sometidos a este impuesto”, resumió Alejandro Fuentes Espinoza, director del departamento de Viticultura de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

“La importación de vino en Estados Unidos crece cada año, los consumidores van a seguir comprando pero podrían consumir otro vino, pero únicamente por cuestiones de costo”, añadió Fuentes Espinoza.

Para el presidente del Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos (CIVB), Bernard Farges, “un producto que aumenta un 25% sufrirá consecuencias en cualquier mercado”.

“Probablemente los vinos del nuevo mundo, como los chilenos, que no están alcanzados por ese impuesto van a beneficiarse de esta oportunidad, pero también los vinos italianos y los estadounidenses”, sostuvo Farges, que pide al gobierno francés y a Airbus un fondo de compensación de emergencia de 300 millones de euros (unos 325 millones de dólares).

Exportadores chilenos se lo toman con “cautela”

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Los exportadores chilenos, por su parte, prefieren tomar la situación con cautela.

“En el corto plazo puede significar una oportunidad para los vinos chilenos que son muy buenos competidores en cada segmento de precio”, señaló la directora comercial de Vinos de Chile, Angélica Valenzuela.

“Pero lo estamos tomando con cautela, porque obviamente en el mediano y largo plazo la situación puede normalizarse”, agregó Valenzuela, cuyo país destina 10% de sus vinos a Estados Unidos, su tercer mercado después de China y Brasil.

Aunque admite que sin duda hay una “ventana de oportunidad”, Alejandro Fuentes Espinoza, de la OIV, se mostró también prudente.

“Aunque el vino chileno es muy apreciado a nivel internacional, existe una cuestión de imagen de los vinos franceses que históricamente les ha permitido posicionarse en los mercados más importantes del mundo”, explicó.

“La demanda de vino francés en Estados Unidos es muy importante y en constante aumento. Existen regiones y/o ciudades como Nueva York, muy cosmopolitas, donde aunque aumenten los precios, la demanda y el consume de vinos franceses no debiera disminuir”, vaticinó.