Obsesionado por la luz es la muestra de Alfred Helsby que se presentará en la Corporación Cultural de Las Condes desde hoy y hasta el 9 de octubre.

Una selección de veinte pinturas escogidas cuidadosamente por el tratamiento que Helsby hace de la luz, sea natural o artificial, es la muestra que se presentará de forma gratuita en desde hoy en Las Condes.

Alfredo Helsby, nacido en Valparaíso en 1862 y fallecido en Santiago en 1933, es uno de los mayores representantes de la pintura tradicional chilena. Sus inicios artísticos se remontan a un primer contacto con Thomas Somerscales, quien le habría animado a pintar y quien sería su maestro. Recibió enseñanzas de Alfredo Valenzuela Puelma, con quien lo unía una estrecha amistad, y de Juan Francisco González, a quien acompañaba a pintar al aire libre (Paseo Atkinson, Paisaje de Limache).

Al empezar el siglo XX, viajó a Europa, radicándose en París, donde realizó una intensa actividad de difusión del arte chileno, y volvió al país en 1908 en el mismo barco que traía al español Fernando Álvarez de Sotomayor, maestro inspirador de la Generación del Trece. También vivió cinco años en Estados Unidos.

Como pocos de su generación, logró comprender las nuevas tendencias y la necesidad de experimentar con el color y la técnica. Por ello, su obra es única, refinada e inconfundible, con matices cromáticos pocas veces visto.

La muestra que se expondrá en Las Condes explora en su pintura, con una selección de obras donde la luz juega un rol fundamental. Es que Helsby proviene del mundo de la fotografía, de la luz, puesto que su padre y tíos fueron los que introdujeron la técnica en Chile. Esto, unido al hecho que le tocó vivir la invención de la luz eléctrica, despertó una verdadera obsesión en el autor, que se manifiesta en forma magistral en sus obras.

Todas las obras expuestas dan cuenta de esta obsesión y de cómo el artista logra captar la esencia de la luz. Es al aire libre donde descubre fenómenos tan maravillosos como la impronta de un arcoíris entre los álamos o atmósferas matutinas en medio de las montañas (Arcoíris en los canales de Chiloé, Montañas, Amanecer en la cordillera).

Hacia fines del siglo XIX, llega la luz eléctrica al país, lo que definió una nueva tipología en la imagen urbana. Al igual que al resto de la sociedad, esto sedujo al pintor, quien con la sensibilidad necesaria para transmitir la fascinación que provocaba en la vida de la ciudad, se entregó a pintar escenas que retrataban personas, edificios y costumbres en paseos y vistas citadinas, a la luz de los faroles, tanto en Chile, como en su posterior estadía en Londres en 1906 (Iglesia de la Divina Providencia, Atardecer en Valparaíso, Noche de lluvia en Londres, Nocturno en el Támesis).

Alfredo Helsby. Obsesionado por la luz
23 de julio al 9 de octubre
Corporación Cultural de Las Condes
Santa Rosa de Apoquindo (acceso por Padre Hurtado Sur 1195 y Visviri 1200)
Entrada liberada