Las banderas y las comidas típicas nos dicen mucho de cada país. Mientras unas se refieren al carácter histórico de una nación, las otras nos hablan de sus costumbres e idiosincrasias. En ese contexto, un proyecto artístico mezcló ambos conceptos en un mismo producto.
El Festival de Comida Internacional de Sydney preparó una convocatoria simple: representar la bandera de cada país en base a las costumbres culinarias de cada uno de ellos. La tarea fue asignada a la empresa turística Whybin/TBWA, que a través de un artista materializó el proyecto.
Los resultados asombraron: una muestra completa de colores y sabores internacionales conformaron una hilera de platos típicos e incluso críticos con sus costumbres culinarias.
Aquí una muestra del trabajo que se expuso en la cita gastronómica australiana: