Desarrolladores del estudio chileno de videojuegos, IguanaBee, señalaron al medio estadounidense The Verge que el juego Skull Island: Rise of Kong se hizo solo en un año y con un equipo de menos de 20 personas, lo que desencadenó en un juego de pobre calidad gráfica. Además, apuntaron al editor a cargo, la compañía norteamericana GameMill, por no otorgar mejores condiciones que hubiesen permitido un resultado óptimo.

El martes pasado se lanzó el juego Skull Island: Rise of Kong, desarrollado por el estudio chileno IguanaBee, e inmediatamente se llenó de críticas de usuarios de todo el mundo por su mala calidad gráfica y jugabilidad anticuada.

Tal como indicó BioBioChile, tras el estreno del videojuego, redes sociales como X (Twitter) se llenaron de comentarios negativos que acusaban a la pieza publicada por GameMill Entertainment de ser una “completa estafa”.

Los gamers indicaban que era insólito que el juego disponible en PC, PS4/5, Switch y Xbox One/Xbox Series X|S, tuviese un precio de $40 dólares (unos 37.600 pesos chilenos) considerando su falta de prolijidad y deplorable desempeño gráfico. Incluso, señalaron que en algunas partes los desarrolladores insertaron imágenes estáticas en lugar de animaciones.

Fueron tantas las burlas y reclamos de usuarios de todo el mundo, que incluso algunos indicaban que podía coronarse como “el peor juego de 2023”, superando a The Lord of the Rings: Gollum, también lanzado este año y criticado por su mal desempeño y aspecto.

Tras la polémica, el medio estadounidense The Verge publicó un reporte donde algunos de los desarrolladores del estudio chileno IguanaBee contaron detalles de las condiciones de trabajo a las que se vieron expuestos y que terminó en el cuestionable resultado.

Desarrolladores de IguanaBee culpan a condiciones impuestas por GameMill para Skull Island

En su informe, The Verge concluye que pese a que son evidentes las falencias del juego, “después de hablar con los desarrolladores involucrados en su creación, un hecho queda claro: Skull Island es lo mejor que podría haber sido porque se produjo bajo circunstancias restrictivas impuestas por sus editores: la compañía de juegos con sede en Minnesota, GameMill Entertainment”.

El medio estadounidense incluso afirmó que el equipo de desarrolladores de IguanaBee es “extremadamente talentoso”, pero que ese talento no pudo expresarse porque “GameMill solo le permitió al equipo desarrollar el juego desde cero durante un año”.

Un trabajador del pequeño estudio chileno que no quiso revelar su identidad por “temor a represalias”, indicó que “el proceso de desarrollo de este juego se inició en junio del año pasado y estaba previsto que finalizara el 2 de junio de este año. Así que el proceso de desarrollo duró un año”.

“A finales de febrero estaba en piloto automático porque se había perdido toda esperanza”, añadió la misma persona.

Plazo de un año y trabajando con menos de 20 personas

De acuerdo a The Verge GameMill tiene fama de contratar desarrolladores pequeños para crear juegos de talla mundial en plazos cortos y con distintos grados de éxito y calidad.

Un exdesarrollador de Iguanabee que no trabajó en Skull Island, pero sí otros proyectos de GameMill, dijo que “era muy común que no nos proporcionaran toda la información sobre el proyecto”. “Lo cual era bastante frustrante a la hora de trabajar porque teníamos que improvisar con la información limitada que teníamos a mano”, expresó.

Además, dijo que si bien GameMill financiaba el proyecto, no alcanzaba para mantener al personal experimentado suficiente.

“Recuerdo muy bien que despidieron a un colega que llevaba más tiempo allí que yo. En el fondo, sabía que se debía a que la editorial no les había proporcionado fondos suficientes para mantener a un determinado número de personas durante un período prolongado”, explicó.

De acuerdo a los desarrolladores, el juego se creó desde cero con un plazo de un año y con entre 2 y 20 personas trabajando en este a la vez, lo que se tornó muy desafiante.

“Es una relación de amor/odio porque son ellos los que aceptan o dan los proyectos e Iguanabee no tiene los medios para desarrollar casi nada por sí solo porque bueno, dinero”, señaló un desarrollador que trabajó en Skull Island.

“Hicimos lo que pudimos”

Pese a las críticas en redes sociales, los desarrolladores de Skull Island: Rise of Kong aseguraron estar orgullosos de lo que hicieron, porque el juego se concretó enfrentando muchos desafíos.

“Hicimos lo que pudimos y nos lo pasamos muy bien desarrollándolo”, dijo un desarrollador de Skull Island en X (exTwitter), asegurando que estaba “Orgulloso de nuestro mono”.

Cabe desatacar que IguanaBee es un estudio desarrollador de videojuegos independiente con sede en Santiago, y que ha trabajado en varios proyectos para GameMill Entertainment, como Little League World Series Baseball 2022.

“Lo lamentable es que IguanaBee sufrirá por esto a pesar de que es un estudio con talento capaz de hacer juegos excelentes y premiados. El año pasado, en colaboración con Studio Voyager y publicado bajo Untold Tales, lanzó el juego original What Lies in the Multiverse”, dicen en The Verge.

De hecho, con ese último juego, Iguanabee ganó el premio a mejor juego en América Latina en Best International Games Festival.