Twitter comenzará a quitar las verificaciones heredadas y que no hayan pagado el servicio 'Twitter Blue' desde este 1 de abril, cuentas que a partir de mediados de dicho mes serán las únicas que figurarán como recomendadas en la portada de la red social.

A partir de este 1 de abril, Twitter comenzará a quitar las verificaciones de cuentas verificadas que no hayan pagado por el nuevo servicio ‘Blue’ de la plataforma.

Así fue anunciado por la empresa, como parte de los cambios impulsados desde la llegada de Elon Musk a su dirección.

“El 1 de abril, comenzaremos a cerrar nuestro programa verificado heredado y eliminar las marcas de verificación verificadas heredadas”, twitteó la compañía.

Asimismo, reportó Agencia Efe, Musk anunció que a partir del próximo 15 de abril sólo las cuentas verificadas en la red social -es decir, las que pagan la cuota de 7 dólares- podrán ser recomendadas a los usuarios.

El empresario publicó este martes un tuit en el que anuncia estas nuevas medidas que suponen una reorganización del “Twitter Blue”, afirmando que la medida es la única forma realista de abordar el control de los enjambres de ‘bots’ de Inteligencia Artificial que interfieren en la red a través de contenido generado automáticamente por medio de programas informáticos.

La medida, según el CEO de Twitter, también implica que sólo los suscriptores verificados podrán votar en las encuestas que se formulan en la popular red social.

De esta forma, las cuentas que no pagan cuotas a la compañía no se incluirán en el flujo de “tweets” que son recomendados en la red a otros usuarios.

Los perfiles de Twitter pagan actualmente unos 7 dólares al mes para obtener la marca azul en sus cuentas que garantiza que es un perfil verificado y que da acceso a funciones adicionales en la red.

La iniciativa se produce apenas dos días después de que Musk asegurara en una nota interna a sus empleados que el valor de la empresa se ha reducido a 20.000 millones de dólares, menos de la mitad de los 44.000 que él pagó por su compra el pasado octubre.

El multimillonario, que desde su llegada a Twitter ha reducido a casi un cuarto su personal y ha vendido gran parte del mobiliario de la sede central de San Francisco, no ha podido evitar perder una gran cantidad de anunciantes, fuente principal de ingresos de la compañía, y tampoco su nuevo “Twitter Blue” de pago parece haber mejorado las cosas.