En la actualidad, aprender inglés u otro idioma se ha convertido en una ventaja competitiva para el ecosistema laboral, considerando que sólo el 2% de los chilenos maneja una segunda lengua. Pero la falta de tiempo, dinero y lejanía son algunas de las razones porqué los chilenos postergan este esencial aprendizaje.

Esta realidad es la que incentivó a Carlos Aravena, Juan Manuel Sánchez y Nicolás Fuenzalida de crear una red social de intercambio de idiomas.

Así nace Poliglota, la startup chilena que ofrece una nueva forma de aprendizaje, el cual mezcla la experiencia del viaje, sin salir del país, gracias a coach internacionales, y las tradicionales clases presenciales. Todo esto, en tu cafetería más cercana.

Para Carlos Aravena, este método social no sólo es un curso de idiomas más, sino que busca ser un espacio para compartir con otras personas, aprender y llevar a cabo proyectos de vida, gracias a la colaboración.

“En Poliglota te sientes como si estuvieras en un café en Londres aprendiendo con 4 o 5 amigos, junto con un coach experto que lleva la conversación. Este sistema se basa en un aprendizaje natural y fluido, luego de pasar por este sistema, resulta extraño aprender un idioma en una sala de clases tradicional”, aseguró Aravena.

“Cada alumno elige el café más cercano y el horario que quiere. Después de realizar un test de nivelación, ellos pueden aprender sin miedo a equivocarse con personas que tienen el mismo conocimiento del idioma. Actualmente, cerca del 85% de las personas que participa en nuestro programa estudia inglés y el resto se reparte entre italiano, alemán, francés y español”, agrega Aravena.

Poliglota ofrece clases flexibles y con planes acotados a 3, 6 y 12 meses.

Para ser parte de este sistema, los alumnos se inscriben en la plataforma y pagan según el plan que más les acomode, para luego participar en clases personalizadas, de 4 a 6 alumnos, en cafeterías dentro de la ciudad.

Todos los cursos son guiados por un coach o profesor nativo, quien establece una metodología de conversación basada en actividades cotidianas, historias de vida y logros personales, el cual busca generar confianza y fluidez en el idioma.

“Desarrollamos un modelo de ‘Learning Groups’ (aprendizaje grupal), y lo ofrecimos en nuestra página web. La idea era contar con grupos reducidos, ocho sesiones al mes, el cual incluyera a personas de un mismo nivel y guiados por un profesor experto en el idioma. Todo esto, bajo el contexto de ambientes sociales y relajados como una cafetería. Actualmente, contamos en Santiago con convenios con más de 100 cafés. Y estamos en proceso de cerrar un acuerdo con la cadena de Starbucks”, explica el socio-fundador de Poliglota.

Una idea simple y efectiva que hoy cuenta con más de 8.000 alumnos activos en Chile. Desde el 2018, cuenta con sede en México y Perú, y ya planifica su expansión por Latinoamérica, convirtiéndose, así, en uno de los emprendimientos chilenos más exitosos del último tiempo.