Las tarjetas de pago, como crédito, débito o prepago, se están viendo perjudicadas por la escasez de chips y según investigación, la emisión de 740 millones de tarjetas se encuentra en riesgo debido a este motivo.

Desde principios de 2021 la escasez de chips ha estado afectando de forma global a la fabricación de consolas, tarjetas gráficas, celulares inteligentes, computadores, televisores e incluso vehículos. Sin embargo, este 2022 también perjudicará, considerablemente, a las tarjetas de pago.

Los plásticos que se necesitan para hacer transacciones en restaurantes, negocios, almacenes, multitiendas, entre otros, requieren de un Chip EMV, que incluye un circuito integrado que facilita los pagos, además valida la autenticidad y protege contra el fraude de tarjetas falsificadas.

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No obstante, estas se han visto afectadas por la falta de semiconductores y según la investigación sobre la escasez de ellos y el cómo afectaría a las tarjetas, llevada a cabo por la empresa global dedicada a la tecnología inteligente ABI Research, reveló que:

“Este año 740 millones de tarjetas de pago se encuentran en riesgo de no emitirse por falta de chips (…) La oferta no puede mantenerse al día con la creciente demanda y la industria de las tarjetas de pago no es de ninguna manera inmune a esta situación”.

¿A quiénes afectaría directamente?

La baja cantidad de chips disponibles en el mundo, es un hecho que pone en aprietos a los bancos y directamente a todas las personas que deban renovar su tarjeta, sacar una nueva por pérdida y a quienes requieran un plástico por primera vez.

La falta de tarjetas podría llegar a afectar, de manera muy dura a la economía global, según explicó el director de Investigación de Seguridad digital de ABI Research, Phil Sealy.

“Aunque no necesariamente reciben la atención o el apoyo de los gobiernos que merecen, las tarjetas de pago son un facilitador crítico para la economía global, desde la perspectiva del consumidor como de una empresa”.

A lo que agregó que el acceso a las tarjetas es fundamental para realizar transacciones y comprar tanto en el dominio físico como en el digital diariamente. A su vez señaló que “lo más preocupante es la posible interrupción del Producto Interior Bruto (PIB)”, conjunto de los bienes y servicios producidos en un país.

“La falta de tarjetas de pago se traducirá directamente en menos compras, lo que en última instancia tendrá un impacto perjudicial en el PIB”, indicó.

“La industria de las tarjetas debe considerarse una de las principales prioridades de suministro de chips“, sentenció.

Solución que se está adoptando

Las entidades bancarias, están trabajando en soluciones digitales, como tarjetas virtuales que se puedan manipular desde las aplicaciones de sus bancos.

Esta alternativa se esta implementando con el fin de intentar frenar el impacto negativo que se puede llegar a tener debido a la falta de chips, consigna el medio especializado en tecnología Hipertextual.